«Fue asesinado como un criminal justo cuando celebraba el sacrificio de la cruz de Cristo»
Francisco ha celebrado una Misa en la capilla de la Casa Santa Marta por el padre Jacques Hamel, degollado por los yihadistas mientras celebraba Misa. El Papa ha presidido la celebración con una foto del sacerdote francés sobre el altar. En la homilía, el Santo Padre ha denunciado la cruel persecución que viven hoy los cristianos «que nos pide la apostasía» y que «es, digámoslo, satánica»
«Los cristianos que hoy sufren en la cárcel, con la muerte o con la tortura por no renegar de Jesucristo nos muestran la crueldad de esta persecución y esta persecución que nos pide la apostasía, es, digámoslo, satánica». Así de contundente se mostró el Papa en la Misa que ofició en la capilla de la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, por el párroco francés asesinado en julio por dos yihadistas, Jacques Hamel. «Cuánto nos gustaría que todas las confesiones religiosas dijeran: asesinar en nombre de Dios es satánico», añadió Francisco.
El Santo Padre celebró la Misa con una foto del padre Jacques Hamel sobre el altar.
En su homilía, el Pontífice aseguró que hoy en día «hay más mártires cristianos que en los primeros tiempos» pues los cristianos «son asesinatos, torturados, encarcelados, degollados… porque no reniegan de Jesucristo».
Y entre ellos, dijo Francisco, «se encuentra nuestro padre Jacques», de 86 años de edad, que fue asesinado el pasado 26 de julio mientras oficiaba una Misa en la parroquia de Saint Étienne du Rouvray (Francia) por dos terroristas de 19 años, que le obligaron a arrodillarse y le degollaron. «Él, un hombre bueno, tranquilo, de hermandad y que siempre buscaba la paz, forma parte de esta cadena de mártires». «Fue asesinado como si fuera un criminal. Este es el hilo satánico de la persecución. Fue degollado en la cruz, justo cunado estaba celebrando el sacrificio de la cruz de Cristo», agregó el Papa.
El Pontífice argentino desveló un dato del ataque desconocido hasta ahora: «En el momento difícil que estaba viviendo, en medio de esta tragedia (…) no perdió la lucidez de acusar y decir claramente el nombre del asesino. Dijo claramente: ¡Vete Satanás!».
Francisco concluyó su homilía pidiendo que se rezase al cura francés porque «es un mártir y los mártires son beatos. Tenemos que rezar por él para que nos de la mansedumbre, la hermandad, la paz y también el valor de decir la verdad: asesinar en nombre de Dios es satánico».
A la Misa en la capilla de Santa Marta asistieron un grupo de 80 feligreses de la diócesis de Ruán y su obispo, Dominique Lebrun.
Agencias / Redacción