Francisco Simón Conesa Ferrer: «Quiero escuchar a Novell. Ha sido obispo durante once años» - Alfa y Omega

Francisco Simón Conesa Ferrer: «Quiero escuchar a Novell. Ha sido obispo durante once años»

En Menorca, donde pasó cinco años, aprendió a ser obispo. Este sábado llega a Solsona, una diócesis conmocionada por el abandono de su anterior pastor

Fran Otero
El prelado forma parte de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la CEE. Foto: Obispado de Menorca / Toni Barber.

¿Cómo han sido los cinco años como obispo en Menorca?
Allí me enseñaron a ser obispo. He podido compartir mi fe con la gente e ilusionarnos con una Iglesia de puertas abiertas. Estoy muy contento por lo que hemos hecho y, sobre todo, por el estilo, que ha sido el de trabajar juntos.

¿Y qué han hecho?
Dedicamos un año a pensar un plan para evangelizar mejor. Lo que vino después fue la potenciación del laicado, la reforma de la iniciación cristiana, la atención al turismo y todos los aspectos relacionados con la caridad. Un año nos centramos en la dimensión samaritana, que coincidió con la pandemia, y creamos un fondo de solidaridad para ayudar a la gente a pagar los alquileres. Aquí son caros y causa de pobreza.

Turismo y pandemia. ¿Cómo han vivido estos dos años en la isla?
La COVID-19 ha afectado muchísimo, sobre todo a la población desamparada, a los migrantes sin papeles y a las personas que vienen a trabajar por temporadas. Se quedaron sin nada.

Cambia Menorca por Solsona. ¿Qué supone este cambio para usted?
Cualquier cambio es un reto. Pero la Iglesia me lo ha pedido y allí voy. Lo hago con la esperanza y la ilusión de llevar mi fe, compartirla e intentar anunciar a Jesucristo en aquella tierra, que es la obligación que tengo.

Llega después de la renuncia de Xavier Novell. Usted mismo ha reconocido que vivió la noticia con «dolor y desconcierto». ¿Marcará esta circunstancia el inicio de su ministerio?
Es evidente que sí, como ha marcado a los cristianos de Solsona ver que su obispo abandona y les deja de la noche a la mañana. Es un tema doloroso. Ahora hay que ayudar a la Iglesia en Solsona, y con esa intención vengo, a vivir su fe con paz y a pasar página. No podemos quedarnos paralizados por esta situación.

¿Qué pensó cuando le comunicaron el destino?
Fue una sorpresa grande, aunque primero pensé en los menorquines. Aquí tienen la idea de que los obispos duramos poco y preveía que iban a sentirse decepcionados. Sabía que me dirían: «Otra vez nos quitan al obispo, ahora que lo conocemos y lo queremos». Luego también pensé en cómo puedo ayudar a la Iglesia de Solsona. Es un reto grande. No dudé en ningún momento en decir que sí. Y voy con ilusión a Solsona.

¿Ha mantenido contacto con Xavier Novell?
Nos hemos comunicado por correo electrónico y hemos quedado en que nos veríamos. Quiero hablar con él. Ha sido obispo durante once años en Solsona y quiero escucharlo. Además, como obispo, es un fiel y tengo que estar cerca.

¿Le dijo algo el Papa Francisco durante la visita ad limina?
Cuando le saludé y le dije que era el obispo electo de Solsona, me habló de la diócesis, de la situación y del anterior obispo. Me dijo también que estuviera cerca del seminario y que acompañara a los seminaristas. Para mí fue muy reconfortante saber que el Papa, que te ha enviado a una diócesis, conoce lo que está pasando y te anima a ir allí.

Llega a una tierra donde la secularización es más intensa.
Eso hace el reto más grande. Tenemos que ponernos las pilas, ser un signo claro de Jesucristo y vivir con más autenticidad nuestra fe.

¿Ser menos es una oportunidad?
Los cristianos tenemos que resituarnos en una sociedad en la que una parte ya no es creyente. Estábamos acostumbrados a vivir en sociedades cristianas. Somos minoría, y como minoría tenemos que ser signo claro de Jesucristo para poder atraer a la fe a las personas que lo están deseando. La gente sigue teniendo un deseo grande de Dios.

En Cataluña se han vivido momentos de una gran polarización. ¿Cuál debe ser el papel de la Iglesia hoy?
La Iglesia puede ayudar a formar hombres y mujeres que sean artesanos de paz, que busquen la concordia y la reconciliación. Es el mayor bien que podemos hacer a Cataluña.

En Lérida hay una comunidad importante de ucranianos. ¿Qué deben hacer los cristianos ante la guerra?
Todos contemplamos con asombro y frustración en pleno siglo XXI la invasión injusta de un país por otro. Como nos pide el Papa, debemos orar por la paz, unirnos al ayuno y potenciar la acción de Cáritas en la emergencia y en una eventual acogida de refugiados. Tiene mucho que ver con la Cuaresma.

Bio

Nacido en Elche en 1961, Francisco Conesa es doctor en Teología y en Filosofía por la Universidad de Navarra. Fue ordenado sacerdote en 1985 y, antes de ser nombrado obispo, fue rector de la basílica de Santa María de Elche, vicario general de Orihuela-Alicante y canónigo de la catedral de Orihuela. Es prelado de honor de su Santidad.