Francisco recibe a José Cobo y «su tesoro más preciado», el seminario de Madrid - Alfa y Omega

Francisco recibe a José Cobo y «su tesoro más preciado», el seminario de Madrid

El Papa califica como una «feliz coincidencia» poder reunirse con el cardenal durante su viaje a Roma para tomar posesión de la iglesia de Santiago y Montserrat

Redacción
Un momento del encuentro
Un momento del encuentro. Foto: Vatican Media.

En la mañana del 3 de febrero, el Papa Francisco ha recibido en audiencia privada a José Cobo, arzobispo de Madrid, y a los miembros de su seminario. Antes de charlar informalmente con ellos y responder a las varias preguntas que le han formulado, ha entregado a los seminaristas un discurso que finalmente no ha pronunciado debido a sus problemas de respiración. El cambio ha permitido un intercambio más espontáneo con los asistentes.

En el discurso entregado, Francisco celebra la «feliz coincidencia» que supone la visita del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, durante su viaje a Roma para tomar posesión del título de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, «que conjuga en sus santos titulares la fe apostólica y el amor a María que caracteriza toda España».

El Pontífice se ha referido a los seminaristas de Madrid como el «tesoro más preciado» de su arzobispo. «Muchos santos obispos de España se han confrontado con la difícil realidad en la que se encontraban sus iglesias y han pensado en el seminario como el lugar donde su sueño pastoral podía echar raíces sólidas y expandirse», ha recordado.

Uno de estos prelados es san Manuel González, obispo de Málaga y más tarde de Palancia, quien falleció en 1940 y escribió el libro Un sueño pastoral, que Francisco ha citado en su encuentro. Entre las prioridades del santo se encontraba promover «un seminario en el que la Eucaristía fuera: en el orden pedagógico, el más eficaz estímulo; en el científico, el primer maestro y la primera asignatura; en el disciplinar el más vigilante inspector; en el ascético el modelo más vivo; en el económico la gran providencia; y en el arquitectónico la piedra angular».

Finalmente, el Papa ha encargado a los futuros sacerdotes que «tengan confianza en quien les ha llamado para esta hermosa tarea». También que se postren «en adoración para poder construir con docilidad el templo de Dios en sus personas y en sus comunidades». Y que, «cuando comulguen y algún día cuando celebren, no dejen de rezar por mí».