Francisco pide a la Virgen de Lourdes «la tan deseada paz allí donde se oye el rumor de las armas»

El Papa envió un mensaje a la Iglesia francesa con motivo de la gran peregrinación nacional a Lourdes, que concluyó este miércoles y de la que se cumplen 150 años.

En el texto Francisco insta a «acudir con decisión» a la Virgen «ante las dificultades, preocupaciones y desafíos del presente» y pone a los pies de María el drama de las demasiadas zonas del planeta donde hoy hay matanzas y destrucción. «Que la Reina de la Paz interceda ante su Hijo para que se instaure la tan deseada paz allí donde se oye el rumor de las armas», pide.

Amor fraterno

El Santo Padre también aprovecha para saludar «calurosamente» a los enfermos y personas con discapacidad que cada año acuden al santuario. Su peregrinación en busca de «consuelo», junto con la de quienes los acompañan, «dan al mundo un elocuente testimonio de fe y de caridad», escribe.

Por otro lado, el Pontífice implora a la Virgen que su intercesión suscite en el corazón de todos «auténticos sentimientos de amor fraterno» para que las sociedades crezcan «en el respeto a los demás, salvaguardando su dignidad y sus derechos, y para que nadie se quede atrás».

Antes de concluir, el Papa se acuerda de las familias. Concretamente, ora por «los padres, que llevan el peso cotidiano de una gran responsabilidad; los jóvenes, tan ricos en potencialidades, pero a menudo preocupados por su futuro, o lamentablemente ya obstaculizados por muchas limitaciones; y los ancianos, ricos en experiencia y sabiduría, pero con demasiada frecuencia abandonados y descuidados».

Cristo, dice Francisco al final de su mensaje, es la «esperanza inquebrantable» sobre la que debemos construir nuestra vida y nuestras sociedades».