Francisco pide a la Iglesia romana ofrecer sus casas «para contener la emergencia habitacional»

«Deseo que todas las realidades diocesanas propietarias de inmuebles ofrezcan su contribución para contener la emergencia habitacional con signos de caridad y solidaridad», ha escrito el Papa este viernes en una carta dirigida «a los superiores de las órdenes religiosas, los representantes de los entes eclesiásticos, los párrocos y el clero» de Roma.

Con esta invitación, Francisco quiere «generar esperanza» entre las personas sin hogar. Según la Comunidad de Sant’Egidio, son un mínimo de 3.000 tan solo en la capital italiana. Es también un gesto a las puertas del Jubileo de 2025, pues en la bola que lo convoca, Spes non Confundit, el Santo Padre ya había animado a dar «señales tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de desventaja». Recordando las palabras del beato Pino Puglisi —un emblemático sacerdote italiano asesinado por la Cosa Nostra en 1993, el Pontífice recalca en su carta que «Dios ama siempre a través de alguien».

En su misiva, Francisco también da las gracias a las parroquias, comunidades religiosas, asociaciones y familias que ya «transmiten el amor de Dios mediante gestos concretos de caridad, a menudo en silencio». Y ha recalcado que el bien común, un concepto absolutamente central en la Doctrina Social de la Iglesia, se materializa en «la tierra, la casa y el trabajo».

Al margen de la Iglesia, el Papa también da las gracias a las instituciones que, en colaboración con asociaciones y movimientos populares, están trabajando para «reforzar la respuesta de acogida y solidaridad». «La Iglesia también está llamada a contribuir», ha encargado a los fieles, subrayando que es necesario su compromiso para «garantizar una acogida digna y construir fraternidad».

Finalmente, dirigiéndose a aquellos abiertos a compartir sus bienes, Francisco les ha señalado que deberán ponerse en contacto con el cardenal Baldassare Reina, vicario general de la diócesis de Roma. Y les ha agradecido de antemano su «generosidad» por «generar esperanza en la vida de todos, especialmente de quienes más lo necesitan».