El Papa: las mujeres son «protagonistas de una Iglesia en salida»

«Las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida, a través de la escucha y el cuidado de las necesidades de los demás, y con una marcada capacidad de sostener dinámicas de justicia en un clima de “calor doméstico”, en los diferentes ambientes sociales en los que se encuentran trabajando», ha escrito el Papa a la Consulta Femenina del Pontificio Consejo para la Cultura, con ocasión del seminario Las mujeres leen al Papa Francisco: lectura, reflexión y música.

En su mensaje, el Pontífice ha resaltado la «hermosa» novedad que supone esta consulta de mujeres dentro de la Curia romana. «Por primera vez un dicasterio involucra a un grupo de mujeres, convirtiéndolas en protagonistas de los proyectos y líneas culturales que se están desarrollando, y no solo para tratar cuestiones femeninas». Este grupo, ha añadido, «está compuesto por mujeres comprometidas en diferentes sectores de la vida social, portadoras de visiones culturales y religiosas del mundo que, aunque diferentes, convergen en el objetivo de trabajar juntas con respeto mutuo».

Ante el itinerario de lecturas elegido para el seminario —Evangelii gaudium, Laudato si y el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común—, el Papa ha agradecido que sean escritos dedicados, respectivamente, «a los temas de la evangelización, la creación y la fraternidad. Son opciones significativas en las cuales se refleja el espíritu del consejo, una rica diversidad que sabe trabajar buscando en el diálogo puntos de acuerdo y armonía».

Santa Hildegarda como modelo

El Santo Padre también ha destacado el hecho de que el seminario esté colocado bajo el signo de una gran mujer, doctora de la Iglesia desde 2012: santa Hildegarda de Bingen. «Ella también, como san Francisco de Asís, ha compuesto un himno armonioso en el que canta y alaba al Señor de y en la creación». Hildegarda «unifica el conocimiento científico y la espiritualidad; y durante 1.000 años, como una verdadera maestra, lee, comenta, crea y enseña a mujeres y hombres».

La santa «rompió los esquemas de su tiempo, que impedían a las mujeres estudiar y entrar en la biblioteca y, como abadesa, también lo pidió para sus hermanas. Aprendió a cantar y a componer música, ya que esto a ella la llevaba hasta Dios. La música para ella no era solo arte o ciencia, sino también liturgia».

Antes de concluir su mensaje, el Papa Francisco ha recordado que, en la historia de la salvación, es una mujer la que acoge el Verbo; y también son las mujeres las que cuidan en la noche oscura la llama de la fe, las que esperan y proclaman la Resurrección. «La realización alegre y profunda de la mujer se centra en estos dos actos: la acogida y el anuncio». Escucha, meditación y acción amorosa, ha concluido el Pontífice, «son los elementos constitutivos de una alegría que se renueva y se comunica a los demás, a través de la mirada femenina, en el cuidado de la creación, en la gestación de un mundo más justo, en la creación de un diálogo que respete y valore las diferencias».