Francisco lamenta la devastación provocada por el ciclón Batsirai a su paso por Madagascar
El secretario de Estado Pietro Parolin, en representación del Papa, ha enviado un telegrama al presidente del país en el que asegura las oraciones del Santo Padre por los damnificados
El Papa Francisco ha enviado un mensaje de condolencias al presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, por las víctimas mortales que ha causado ciclón Batsirai a su paso por la isla. Cerca de 130 personas han perdido la vida y más de 112.000 han tenido que abandonar sus hogares totalmente destruidos por la fuerza del fenómeno.
El telegrama, firmado por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin en representación del Santo Padre, asegura las oraciones de Francisco por todas las víctimas y afectados por este desastre natural y espera la pronta curación de los heridos. El Papa expresa su «gran dolor» por «las heridas» que de nuevo afligen a la isla de Madagascar afectada por continuos ciclones e inundaciones y envía sus mejores deseos a los equipos de emergencia y a las autoridades civiles que están trabajando en las tareas de socorro y reconstrucción. El telegrama concluye con la bendición del Pontífice sobre toda la nación.
El ciclón tocó la isla de Madagascar hace dos semanas y desde entonces las constantes precipitaciones han provocado inundaciones y corrimientos de tierra que se han saldado con más de un centenar de muertos y miles de desplazados internos, si bien no afectó apenas a la capital Antananarivo ni al principal puerto del país Tamatave.
Además de las víctimas mortales y damnificados, hay que lamentar cuantiosos daños materiales y, sobre todo, la pérdida de la casi totalidad de la cosecha de arroz, vital para la precaria economía de subsistencia en la que viven la mayor parte de los malgaches. Las lluvias torrenciales han llegado en un momento de emergencia alimentaria provocado, paradójicamente, por una pertinaz sequía en el sur de la isla que había hecho saltar todas las alarmas. Organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos o Amnistía Internacional han advertido de que Madagascar está al borde de una hambruna provocada por el cambio climático.
El Papa Francisco visitó Madagascar en 2019. En sus intervenciones ante las autoridades recordó, entre otras cosas, la importancia de combatir la pobreza inhumana, que afecta a 9 de cada 10 malgaches, o de conservar la biodiversidad de la isla, una riqueza que «se encuentra particularmente en peligro por la deforestación excesiva en beneficio de unos pocos; su degradación compromete el futuro del país y el de nuestra casa común».