Francisco, en ABC: «El después del COVID-19 será doloroso. Conviene pensar en él desde ahora» - Alfa y Omega

Francisco, en ABC: «El después del COVID-19 será doloroso. Conviene pensar en él desde ahora»

El Papa ha concedido una entrevista a Austen Ivereigh que se ha publicado este miércoles en ABC y otros medios de distintos países. En ella, comparte que durante esta crisis «rezo más» y le preocupa sobre todo «cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él»

Redacción
Papa Francisco
Foto: CNS.

He aquí el consejo del Papa Francisco para superar la crisis del coronavirus: «Cuídense para un futuro que va a venir. Y cuando llegue ese futuro, recordar lo que ha pasado les va a hacer bien». Es una de las reflexiones que compartió en unos audios con el periodista Austen Ivereigh, autor de El gran reformador, y que este miércoles ha publicado íntegramente ABC, además de The Tablet, Commonweal y La Civiltà Cattolica.

El Santo Padre cuneta que en el Vaticano «todo el mundo está trabajando; aquí no hay ociosos». «¿Cómo lo vivo yo espiritualmente? Rezo más, porque creo que debo hacerlo, y pienso en la gente. Es algo que me preocupa», y le empuja a reflexionar sobre sus «responsabilidades de ahora y ya para el después. ¿Cuál va a ser mi servicio como obispo de Roma, como cabeza de la Iglesia, en el después?». Reconoce que será «un después doloroso, por eso conviene pensar desde ahora», como está haciendo ya el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Más allá de lo social y lo económico, el Pontífice reconoce que la preocupación que más siente en la oración «es cómo acompañar al pueblo de Dios y estar más cercano a él». A esta preocupación ha intentado responder con iniciativas como ofrecer en directo su Misa o la oración del 27 de marzo desde la plaza de San Pedro.

«Hoy el pueblo de Dios necesita el pastor muy cerca –explica–. La creatividad del cristiano se tiene que manifestar en abrir horizontes nuevos, en abrir ventanas, abrir transcendencia hacia Dios y hacia los hombres, y redimensionarse en la casa».

A los ancianos: «Sé que tienen miedo. No dejen de soñar»

Dentro de los consejos o pensamientos que dedica a quienes están sufriendo la crisis sanitaria o el confinamiento, Francisco tiene uno en especial para los ancianos: «Sé que sienten la muerte cerca y tienen miedo, pero miren para otro lado, recuerden a los nietos, y no dejen de soñar».

Al calificativo de «héroes» que atribuye a los médicos, religiosas, sacerdotes u operarios que cumplen con su deber quiere sumar el de «santos de la puerta de al lado», y pronostica que fijarnos en los milagros que Dios opera a través de ellos acercará un desenlace positivo de la crisis. También recomienda a todos durante estos días «no escaparse en alienaciones, que en este momento no sirven».

«Veo signos iniciales de conversión»

Gran parte del intercambio con Ivereigh está dedicado a profundizar en las enseñanzas que se pueden extraer de la pandemia. «Nos vamos dando cuenta –apunta por ejemplo el Santo Padre– de que todo nuestro pensamiento, nos guste o no nos guste, está estructurado en torno a la economía. En el mundo de las finanzas parece que es normal sacrificar», por ejemplo a los no nacidos con síndrome de Down o mediante la eutanasia.

En este sentido, «toda crisis es un peligro pero también una oportunidad. Y es la oportunidad de salir del peligro. Hoy creo que tenemos que desacelerar un determinado ritmo de consumo y de producción y aprender a comprender y a contemplar la naturaleza. Y reconectarnos con nuestro entorno real. Esta es una oportunidad de conversión. Sí, veo signos iniciales de conversión a una economía menos líquida, más humana».

Es también una ocasión para alcanzar a «ver al pobre» y «devolverles la humanidad. No son cosas, no son descarte, son personas» y no pueden ser asistidas como animales abandonados. Pero, para todo ello, será fundamental no perder la memoria una vez pase este momento.