Francisco: «Cultivemos la alegría y la gratitud»
«La oración de acción de gracias comienza siempre del reconocerse precedidos por la gracia», ha afirmado el Papa Francisco este miércoles durante la Audiencia general en Roma
En la catequesis que el Papa Francisco ha dedicado durante la última Audiencia general del año se ha centrado en el tema de la oración de acción de gracias, recordando a los diez leprosos que se acercaron a Jesús a pedir la curación y solo uno volvió para agradecérselo.
«Para los enfermos de lepra, al sufrimiento físico se le unía la marginación social y religiosa, pero Jesús no rehúye el encuentro con ellos», ha afirmado el Papa. Tras escuchar «su oración y su grito de piedad, les manda enseguida donde los sacerdotes», y entonces «los diez se fían, no se quedan hasta el momento de estar curados. Se fían y van enseguida, y mientras están yendo se curan, los diez».
Sin embargo, de ese grupo solo uno, antes de ir donde los sacerdotes, vuelve atrás a dar las gracias a Jesús «y alabar a Dios por la gracia recibida». Ese hombre «era un samaritano, una especie de hereje para los judíos de la época», ha hecho notar el Papa. «Si todos estaban felices por haber recuperado la salud, entre ellos hay uno que a la alegría añade alegría: además de la sanación, se alegra por el encuentro sucedido con Jesús. No solo está libre del mal, sino que ahora también posee la certeza de ser amado».
Para Francisco, este pasaje «divide el mundo en dos: quien no da las gracias y quien da las gracias; quien toma todo como si se le debe, y quien acoge todo como don, como gracia».
De este modo, «la oración de acción de gracias comienza siempre del reconocerse precedidos por la gracia. Hemos sido pensados antes de que aprendiéramos a pensar; hemos sido amados antes de que aprendiéramos a amar; hemos sido deseados antes de que en nuestro corazón surgiera un deseo. Si miramos la vida así, entonces el agradecimiento se convierte en el motivo conductor de nuestras jornadas».
El sacramento más esencial
«Para nosotros cristianos el dar las gracias ha dado nombre al sacramento más esencial que hay: la Eucaristía», ha afirmado también Francisco, añadiendo que «vivir es ante todo haber recibido». Por ello, «cultivemos la alegría, tratemos de estar siempre en la alegría del encuentro con Jesús. Si estamos en Cristo, ningún pecado y ninguna amenaza nos podrán impedir nunca continuar con alegría el camino, junto a tantos compañeros de viaje», ha exhortado el Papa.
Por consiguiente, «no dejemos de agradecer: si somos portadores de gratitud, también el mundo se vuelve mejor –ha finalizado el Pontífice–. Quizá solo sea un poco, pero es lo que basta para transmitirle un poco de esperanza. El mundo tiene necesidad de esperanza y gratitud. Todo está unido y conectado, y cada uno puede hacer su parte allá donde se encuentra».
Cercanía con los croatas
Al final de la Audiencia, el Papa expresó su solidaridad con las víctimas del terremoto que tuvo lugar ayer en Croacia, y quiso hacer llegar su «cercanía a los heridos y a quienes han sido golpeados por el seísmo», rezando en particular «por quienes han perdido la vida y por sus familiares. Espero que las autoridades del país, ayudadas por la Comunidad internacional, puedan aliviar pronto los sufrimientos de la querida población croata», concluyó.