Francisco Conesa: «En todos los grupos en los que he participado se ha buscado el consenso»

El obispo de Solsona (Lérida), Francisco Conesa, ha experimentado en el Sínodo «la gran riqueza y diversidad de la Iglesia, formada por personas de culturas muy distintas, pero unidas en la confesión de una misma fe». Prueba de ello es que el documento final haya sido aprobado con un gran acuerdo. «En todos los grupos o círculos menores en los que he participado durante las dos sesiones se ha buscado el consenso. Siempre aprobamos por unanimidad las relaciones finales con las conclusiones del grupo», explica Conesa. Junto a él han participado otros cuatro obispos españoles: el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella; el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello; el arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez, y el mismo subsecretario del Sínodo, Luis Marín de San Martín. La presencia española ha tenido bastante peso, con más de 20 participantes de los 368 totales.

En el documento final aparecen «muchas propuestas prácticas y operativas» que ahora las diócesis españolas deberán ir poniendo en práctica. Se habla, por ejemplo, de «promover una mayor praxis de escucha y acogida, de un ejercicio no autoritario de la autoridad, de buscar más caminos y vías para la participación del laicado» y de una «incorporación más plena de la mujer». También se pide «apostar por la transparencia y la rendición de cuentas como vías para evitar el clericalismo en todos los niveles de la Iglesia o de renovar y dar más importancia a los organismos de sinodalidad».