Francisco con Évole: De esta crisis «vamos a salir menos, y esto es duro, pero mejores» - Alfa y Omega

Francisco con Évole: De esta crisis «vamos a salir menos, y esto es duro, pero mejores»

Jordi Évole volvió a entrevistar a Francisco, en este caso por Skype por culpa del coronavirus. Durante la entrevista, el Papa alaba al personal sanitario, a los que incluye en la categoría de «santos de la puerta de al lado», dice que lo que más le preocupa es «la soledad», que la solución en el campo de la economía no es «el sálvese quien pueda», que los políticos han estado a la altura en la mayoría de los cosas y que «la naturaleza está pataleando para que nos hagamos cargo de su cuidado»

José Calderero de Aldecoa
Foto: LaSexta.

El Papa Francisco ha mostrado su cercanía todos los que han perdido a sus seres queridos a causa del coronavirus, a quienes más que «decirles algo, lo que trataría es de hacerles sentir mi cercanía. Hoy en día es más importante el lenguaje de los gestos que el de las palabras». Así se ha expresado este domingo Francisco, que ha vuelto a ser entrevista por Jordi Évole, en este caso para su programa Lo de Évole, que versó sobre el coronavirus.

Durante la entrevista, que se realizó vía Skype por culpa del confinamiento, el Pontífice reconoció, después de mostrar esa cercanía a los familiares de las víctimas, que lo que más le preocupa es «la soledad» y advirtió que «el mano a mano de la convivencia lo hemos olvidado, no lo recordamos».

En este sentido, puso el ejemplo de algunas familias «que están comiendo juntos y están los padres viendo la televisión y los hijos con el móvil hablando con otros. Entre ellos no se comunican», criticó el Santo Padre. Sin embargo, «hoy los papás juegan con sus hijos chicos porque no pueden salir de casa y tienen tiempo para reencontrarse». Este, según el Papa, «puede ser uno de los logros que podemos tomar de esta tragedia: tenemos que rescatar la convivencia humana, la cercanía».

No al sálvese quien pueda

Jordi Évole también preguntó a Francisco por la clave económica de esta pandemia y Francisco explicó que cada uno tiene que ver la mejor manera de proceder pero, «ciertamente, el sálvese quien pueda no es la solución. Una empresa que despide a sus trabajadores para salvarse no es la solución. En este momento, más que despedir, hay que acoger, y hacer sentir que hay una sociedad solidaria. Son los grandes gestos que hacen falta hoy».

Bergoglio reconoció que tal vez no sepa las penurias que pueden estar atravesando aquellas empresas que han despedido a sus trabajadores, «pero sé las penurias que va a pasar el trabajador que vas a despedir. Obviamente todo es malo, pero aparecen realidades y se nos pide que nos hagamos cargo de ellas».

Dudas de fe

Preguntado por el periodista de La Sexta, el Pontífice reconoció que «nadie está exento de las tentaciones existenciales», ni si quiera él mismo y aseguró que a lo largo de su vida «he tenido mis dudas y mis crisis de fe, pero no en este momento». Además, aseguró que «nadie se salva del camino común de la gente, que es el mejor camino, el más seguro, el concreto, y eso nos hace bien a todos».

¿Políticos a la altura?

El Pontífice también fue preguntado por su opinión acerca de la actuación de los políticos ante la crisis. «A muchos sí los he visto a la altura de las circunstancias. Hombres y mujeres comprometidos, que han tomado la cosa en serio. En algunos lugares fue rápido, en otros lugares tardó un poco más, pero la responsabilidad política en general fue buena», contestó.

Pero ante esta respuesta Évole matizó que hay gente que no estaba de acuerdo y que piensa que no se advirtió a tiempo. «Puede ser, pero también nosotros, que nos quejamos por no haber sido notificados a tiempo, pensábamos que esto no nos iba a afectar. Todos pecamos de subvaluar el problema».

Sanitarios, santos de la puerta de al lado

El Papa concluyó la entrevista con unas palabras para el personal sanitario, a los que dijo admirar. «Me enseñan cómo comprometerse. Les agradezco el testimonio. Los admiro». Muchos de ellos «tienen que dormir en las camillas porque ya no hay camas y no pueden salir a sus casas. Esa es la vida que están llevando».

Francisco calificó esta actitud como la propia de «los santos de la puerta de al lado. Muchos no son creyentes, o son agnósticos, o llevan una vida de fe a su manera, pero en el testimonio se ve la capacidad de jugarse por el otro. Y entre ellos hay muertos», subrayó.

Por último, el Pontífice expresó su «esperanza en la humanidad», aseguró que de esta crisis «vamos a salir menos, y esto es duro, pero mejores»; y recordó que hay un «dicho que dice: “Dios perdona siempre, nosotros perdonamos de vez en cuando, la naturaleza no perdona nunca. La naturaleza está pataleando para que nos hagamos cargo del cuidado de la naturaleza».