Francisco, a la cumbre del Clima: «Debemos admitir lo lejos que están las palabras de las acciones concretas»
El secretario de Estado vaticano hace en Madrid una defensa del «multilateralismo» frente a los problemas globales de la humanidad, pero advierte de que la comunidad internacional llega ya tarde en sus respuestas al calentamiento global
El Papa ha enviado a su principal colaborador para participar este lunes en la inauguración de la COP25 en Madrid. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, fue uno de los primeros mandatarios internacionales en tomar la palabra, oportunidad que aprovechó para leer extractos del mensaje del Papa a la presidenta de la cumbre, la ministra de Medio Ambiente chilena, Carolina Schmidt, y al resto de participantes.
Fue un mensaje, en primer lugar, de preocupación, porque «cuatro años después del Acuerdo de París, debemos admitir lo lejos que están las palabras de las acciones concretas». De modo que hay serias dudas sobre la posibilidad de «respetar los plazos requeridos por la ciencia» en la lucha contra el cambio climático, «así como por la distribución de los costes para ayudar a los más pobres y vulnerables, que son quienes más sufren sus consecuencias».
El enviado del Papa enfatizó los vínculos entre la causa ecológica y la social –línea que articula de principio a fin la encíclica Laudato si–, y reiteró el diagnóstico expresado por el Papa en mensajes a anteriores cumbres de Naciones Unidas sobre cambio climático, calificando esta emergencia como «un desafío de civilización» que debería traducirse en un llamamiento a la comunidad internacional para unir fuerzas por el «bien común» de toda la humanidad y del planeta.
En su texto a la cumbre de Madrid, Francisco celebra a la vez «la alta sensibilidad de los jóvenes» hacia la cuestión climática, lo cual –añade– debe servir de aldabonazo a las generaciones mayores para afrontar seriamente el reto. «No podemos trasladar las cargas [del cambio climático] a la próxima generación para que esta asuma los problemas causados por las anteriores», dijo Parolin. «En lugar de eso –añadió–, debemos darles la oportunidad para recordar a nuestra generación como la que actuó junta para preservar y cultivar nuestra casa común. Ofrezcamos a las próximas generaciones razones para esperar y trabajar por un buen y digno futuro».
El Papa cree en el multilateralismo
A su llegada al IFEMA, escenario hasta el día 13 de esta cumbre, el secretario de Estado incidió, en declaraciones a la prensa, en el protagonismo que ha desempeñado en los últimos años la Iglesia en la lucha contra el cambio global, con un Pontífice que «ha tomado el liderazgo a favor de esta Casa Común, de la ecología integral».
Francisco –aseguró– es un defensor de «estas actividades de multilateralismo, en las que toda la comunidad internacional se encuentra para dar respuesta a los problemas comunes».
Al mismo tiempo, con sus continuas intervenciones, el Papa insiste continuamente en que «los problemas climáticos» son inseparables de «la erradicación de la pobreza», ya que «todo está relacionado».