Fiesta de la Sagrada Familia 2012. Tres días de fiesta en familia

La de este año es ya la sexta edición de la Fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra en Madrid desde el año 2007. El lema elegido para esta ocasión se ha tomado de unas palabras de Benedicto XVI: La familia cristiana es la esperanza para hoy, con las que se quiere transmitir un mensaje alegre y positivo sobre la institución familiar, especialmente en estos tiempos de crisis de todo tipo –económica, moral y, básicamente, de fe–, que afectan incluso a numerosas familias.

De este modo, los Jardines del Descubrimiento, junto a la plaza de Colón, se convertirán, desde el viernes 28 hasta el domingo 30 de diciembre, en un lugar en el que toda la familia –padres e hijos, abuelos y nietos– podrá revivir, de alguna manera, el espíritu de la JMJ, actualizado ahora por la iniciativa evangelizadora de la Misión Madrid.

Con las familias más necesitadas

En este espacio –que será inaugurado el viernes 28, a las 17 horas, por el cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid–, se explicarán las actividades que la Iglesia diocesana realiza en Madrid, en beneficio de las familias y personas afectadas por la crisis, y se ofrecerá la información necesaria sobre cómo se puede ayudar a esas personas. Concretamente, se invitará a todos a colaborar con las instituciones de la Iglesia en Madrid que más hacen por las familias en dificultades: Cáritas y los Centros diocesanos de Orientación Familiar (COF). También se explicarán las necesidades de voluntariado y cómo hacerse voluntario; se podrá colaborar con los más necesitados en forma de donativos para familias en dificultad y recogida de alimentos no perecederos y de juguetes nuevos; y los más pequeños podrán entregar sus cartas a los pajes de los Reyes Magos, de 11 a 14 horas, y de 17 a 20:30 horas.

Fiesta del Perdón y Adoración eucarística

Asimismo, durante estos días habrá la posibilidad de confesarse, como sucedió en la pasada JMJ en la Fiesta del Perdón que tuvo lugar en el parque del Retiro, para que, quien lo desee, pueda recibir el Sacramento de la Reconciliación, que tanto ayudó a muchos jóvenes en la JMJ.

Durante las noches del viernes y del sábado, de 21 horas de la noche a 9 horas de la mañana, permanecerá abierta, toda la noche, un espacio para la Adoración eucarística. Serán unas horas de Adoración ininterrumpida, a modo de Vigilia ante el Santísimo Sacramento, pidiendo por la unidad y santidad de las familias del mundo y por su protección legal. Esta capilla de Adoración estará atendida por diferentes instituciones religiosas.

Misa de la Sagrada Familia

El domingo día 30, a partir de las 10 horas, llega el plato fuerte de estos días, con la celebración de la Misa de la Sagrada Familia. Estará precedida por una intervención, en tono kerigmático, a cargo de Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, y también hablará monseñor Vicenzo Paglia, presidente del Consejo Pontificio de la Familia. Después de unos minutos amenizados por la Orquesta del Camino Neocatecumenal, a las doce del mediodía tendrá lugar una conexión en directo con el Vaticano para seguir la alocución del ángelus, tras la que el Papa Benedicto XVI enviará un mensaje especial para los participantes en la Fiesta de la Sagrada Familia en Madrid. Seguidamente, dará comienzo la celebración de la Eucaristía, presidida por el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, y concelebrada por los obispos de la Provincia Eclesiástica y muchos otros obispos españoles y de otros países, así como por numerosos sacerdotes. Los cantos de la celebración eucarística serán interpretados por la Orquesta y Coro de la JMJ.

Todas las novedades de este año, que se suman a la tradicional celebración de la Misa de la Sagrada Familia, responden al empeño evangelizador del Santo Padre en el Año de la fe, que recoge la Misión Madrid, en la que se ha embarcado la diócesis madrileña; todo para, como afirma el Papa en Porta fidei, poder «confesar la fe en el Señor resucitado en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre».