Fidelidad es cambio
El prefecto de la nueva Secretaría para la Comunicación del Vaticano, monseñor Dario Edoardo Viganò, presentó la semana pasada su libro Fidelidad es cambio. La comunicación de Francisco contada de cerca (Romana Editorial) en nuestro país. En palabras del propio Papa, «permanecer, ser fieles, implica una salida. Se permanece en el Señor justamente si se sale de sí mismo. La felicidad siempre es un cambio, un florecimiento, un crecimiento». Y esto, como detalló el sacerdote brasileño, es especialmente importante en materia comunicativa.
El semanario que tiene en sus manos alcanza hoy los 1.000 números y no volvemos la vista atrás en un ejercicio de autocomplacencia ni con melancolía, sino para constatar que la llama que se encendió hace más de 20 años sigue muy viva. La historia de Alfa y Omega se ha ido escribiendo al ritmo que ha marcado la Iglesia en el momento que le ha tocado vivir, y así tiene que seguir escribiéndose.
En sus páginas intentamos reflejar la enorme riqueza de la Iglesia ya no solo madrileña sino también española y universal, con un profundo sentimiento de comunión eclesial y una apuesta decidida por la cultura del encuentro, como marcan nuestros pastores. Queremos que nuestros lectores –católicos de a pie en su inmensa mayoría– puedan recibir noticias eclesiales de primera mano y profundizar en su fe; al tiempo que les alentamos y ayudamos a abrir los ojos ante los problemas de nuestros hermanos, y a vivir la doctrina social de la Iglesia en el día a día, en pleno año 2016. Fieles a este deseo, los cambios han sido y son irrenunciables… y seguro que, de aquí al número 2.000, habrá muchos más.