Desde 1951 no se estrenaba en España una película de ficción con vocación comercial sobre las apariciones de la Virgen en Fátima. Nos referimos a La señora de Fátima (Rafael Gil), que muchos de ustedes recordarán, con la intervención de Fernando Rey. Un año después, Hollywood quiso hacer su propia película y produjo El Milagro de Nuestra Señora de Fátima (John Brahm). Desde entonces nada, salvo la película de Lukaszewics (1994), que distribuyó en España Goya Producciones en 2016 con motivo del Año de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco. Ciertamente, en Estados Unidos hubo otra película en 2009, The 13th day, pero que no llegó a estrenarse en España. Y en Portugal, con motivo de la visita del Papa Francisco al santuario en 2017, se estrenaron otras dos películas sobre el tema: Jacinta, de Jorge Paixao da Costa, y Fátima, de Joao Canijo, cintas de las que tampoco disfrutó el público español.
Por todo esto es tan interesante que ahora nos llegue una producción internacional, rodada en inglés, en localizaciones portuguesas, y con intérpretes españoles, americanos y lusos, es decir, de los únicos países en los que ya se habían realizado filmes sobre el asunto. Fátima, la película, de Marco Pontecorvo, vuelve a relatarnos la historia de aquellos niños pastores, Lucía dos Santos y sus primos, que durante la Gran Guerra gozaron de particulares visiones de la Virgen, con mensajes de conversión en un ambiente de creciente laicismo. Dicho relato viene acompañado de una trama situada en 1989, y que consiste en unas conversaciones entre sor Lucía y el profesor Nichols en el carmelo de Santa Teresa de Coimbra. Estas conversaciones actualizan los milagros de Fátima, poniendo en diálogo la fe de sor Lucía (Sonia Braga) con el positivismo escéptico del profesor (Harvey Keitel).
En realidad, esta confrontación atraviesa toda la película, al mostrar cómo los poderosos de la comarca se oponen con todas sus fuerzas al movimiento de fe que se ha generado en el pueblo con motivo de las apariciones. A la negación del milagro se unen aquellos que consideran que la Virgen no ha escuchado sus peticiones, y que dan más importancia a sus propias ideas que a la imponencia de los hechos sobrenaturales. La película describe las principales características de un proceso de conversión personal, pero también comunitario, con sus noches oscuras incluidas.
La película está rodada con mucha sensibilidad y no carece de cierto lirismo. La recreación de los ambientes de época está muy cuidada y es convincente. De la interpretación de actores cabe destacar la de la joven Stephanie Gil, española de 15 años, en el papel de la pastora Lucía, y que es sorprendentemente brillante, dada su edad. Una película notable, y que dados los tiempos que corren es un auténtico milagro. Estupendo cine familiar.
Marco Pontecorvo
Estados Unidos
2020
Drama
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