Falsa noticia de persecución religiosa
Internet se ha convertido en una preciosa fuente de información, pero también en un amplificador de rumores y noticias falsas. El superior provincial de los franciscanos en la India ha desmentido el supuesto ataque de extremistas budistas a comunidades cristianas, que lleva meses circulando por Internet.
Precisamente porque, de hecho, en la India existe un serio problema de falta de libertad religiosa, es importante evitar las noticias falsas, que dejan aún más desprotegidos a quienes de verdad sufren persecución.
Según un aviso que lleva meses circulando por internet, un grupo de budistas extremistas de la provincia india de Olisabang había amenazado con matar a 200 misioneros durante las siguientes 24 horas, después de haber prendido fuego, previamente, a 20 iglesias. El correo electrónico viene firmado por un provincial superior franciscano.
Sin embargo, la noticia «es completamente falsa: ningún budista ha atacado nunca a una comunidad católica en la India», ha afirmado fray Babu Jose Pamplany, superior de la Provincia Franciscana de Santo Tomás Apóstol, en la India. «A mí también me llegó una información similar por correo electrónico —explicó fray Pamplany en declaraciones a la agencia católica AsiaNews—. Pero puedo confirmar que es un engaño. En primer lugar, no existe la provincia de Olisabang en la India. Luego, el mensaje nombra a un supuesto provincial que no soy yo. Quiero aclararlo, porque en nuestro país los cristianos siempre hemos tenido unas relaciones excelentes con los budistas. Es injusto que se los pinte de esa manera».
Es fácil comprender la rapidez con la que se ha extendido la falsa noticia. Los cristianos en la India han sido víctimas, durante los últimos años, de una dura persecución por parte de fundamentalistas hindúes, sobre todo en el estado de Orissa. La persecución en este lugar comenzó en 2004 y se recrudeció en la Nochebuena de 2007.
En estos cuatro años, han muerto asesinados 97 católicos, han quemado 6.000 casas y han destrozado 300 iglesias; 56.000 cristianos han tenido que huir de sus casas; 20.000 personas han tenido que sobrevivir en los bosques, de los cuales 10.000 aún no han podido volver a su hogar, bajo amenaza de muerte.
Con datos así, la sensibilización hacia el sufrimiento de los cristianos perseguidos es, con motivo, cada vez mayor. Sin embargo, el desmentido de fray Pamplany subraya la necesidad de, en todo momento, ser cautos a la hora de recibir y difundir estas noticias, y de contrastarlas con fuentes fiables.
La expansión de bulos de este tipo, que se repiten durante meses, puede desensibilizar tanto a los cristianos como a la comunidad internacional; de forma que, cuando lleguen las verdaderas persecuciones, la respuesta sea insuficiente. Flaco favor se les estaría haciendo entonces a estos hermanos.