Fallece María Rosa de la Cierva, tras una vida «tremendamente activa» dedicada por entero a la Iglesia - Alfa y Omega

Fallece María Rosa de la Cierva, tras una vida «tremendamente activa» dedicada por entero a la Iglesia

La que fuera secretaria general de la Provincia Eclesiástica de Madrid y miembro del Consejo Escolar del Estado murió este jueves en Madrid a los 89 años. Su sobrino Yago de la Cierva recuerda su «capacidad de trabajo» y cómo se «arremangaba inmediatamente» para hacer lo que tocaba

José Calderero de Aldecoa
María Rosa de la Cierva
María Rosa de la Cierva. Foto: Archcor / Rafael Carmona.

Este jueves por la mañana falleció María Rosa de la Cierva, religiosa del Sagrado Corazón, dejando atrás una intensa vida de servicio a la Iglesia española y al Arzobispado de Madrid. La que fuera secretaria general de la Provincia Eclesiástica de Madrid, miembro del Consejo Escolar del Estado y directora del secretariado de la Comisión para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal murió en Madrid a los 89 años.

«Tuvo una existencia tremendamente activa» que se fue apagando en los últimos años. Estos los pasó en una residencia «muy bien atendida por sus hermanas religiosas y por sus numerosos sobrinos, que la iban a visitar con mucha frecuencia», subraya Yago de la Cierva, sobrino de la consagrada y quien destaca también a su tía Blanca —hermana de María Rosa—, que «la ha acompañado este tiempo muy de cerca».

Más allá de esta última etapa, De la Cierva recuerda que su tía, «gracias a la fe, no tenía ningún tipo de respeto humano». Y añade: «Se arremangaba inmediatamente para hacer lo que había que hacer, a pesar de que fuera desagradable». De hecho, «tuvo que negociar con distintos Gobiernos para defender la educación católica».

Por último, su sobrino también destaca la «capacidad de trabajo» de María Rosa de la Cierva. «Se metía de lleno en la faena, aunque lo que se trajera entre manos requiriera muchísimas horas de labor». Un ejemplo, según Yago, es su trabajo interno para la Iglesia. «En él es necesario cohesionar equipos, escuchar, hacer consenso y eso no se hace de la noche a la mañana». A pesar de ello, «le dedicó muchísimas horas a esta tarea». De su trabajo eclesial, también sobresale su labor como coordinadora de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Madrid y su ímproba dedicación a la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid, celebrada en 2011.

Asimismo, la religiosa, que nació en San Sebastián el 3 de diciembre de 1936, se afanó dentro de su propia congregación, en la que ingresó en 1964. Ocupó, entre otros, el cargo de jefa de estudios en los colegios del Sagrado Corazón de Madrid, Granada y Sevilla, en muchos de los cuales también actuó como profesora, coordinadora y directora de COU. Por toda esta labor, María Rosa de la Cierva recibió la Encomienda con Placa de la Real Orden de Alfonso X el Sabio el 21 de junio de 1991.