Fallece la impulsora del hospital de campaña Santa Anna, «la abuela de todos» - Alfa y Omega

Fallece la impulsora del hospital de campaña Santa Anna, «la abuela de todos»

La teresiana Viqui Molins «se entregó por completo a los demás», dice la directora de la iniciativa

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
La teresiana Viqui Molins
La teresiana Viqui Molins. Foto: Fundación Viqui Molins.

«Mi tarea no es la de ser omnipotente y remediar las cosas, sino la de compartir pobrezas: la mía y la de los amigos», escribió Viqui Molins. La religiosa teresiana falleció a los 88 años en la madrugada de este jueves, después de toda una vida empleada en aliviar la vida de los más desfavorecidos.

Molins llevaba ya muchos años de apostolado social cuando en el año 2017 creó, junto a Peio Sánchez y Xavier Morlans, una iglesia hospital de campaña en la parroquia de Santa Anna, con el objetivo de atender a los marginados y crear diferentes proyectos en su favor.

«Ella siempre fue muy entregada a las personas desde muy joven, sobre todo desde su dedicación a la educación y a los jóvenes», afirma la directora del hospital de campaña Santa Anna, Rosario Uriarte. Pero fue en América Latina «donde vio y palpó la pobreza directamente, y decidió dedicarse con más ahínco a los más vulnerables, “a los nuestros”, como les llamaba», añade.

Tras irse a vivir al Raval de Barcelona «y entregarse por completo a esta zona», sobre todo en la época del SIDA y las drogas, «acompañó después a muchas personas en momentos de gran dificultad, migrantes y personas sin techo sobre todo».

Así, Rosario Uriarte recuerda que «donde entraba Viqui iluminaba el espacio, era muy alegre y con mucho amor por dar. Siempre estaba dando abrazos a todos». Ella es testigo de que «daba esperanza e ilusión a su alrededor, sobre todo a los más necesitados. Les ofrecía un tiempo de amor y compañía, y conversaba con ellos con mucho cariño. Era como la abuela de todos».

Viqui Molins nació en una familia acomodada del barrio de Bonanova de Barcelona. Familia numerosa de nueve hermanos. Al terminar la guerra se trasladaron a la Rambla de Catalunya junto a la Diagonal. Allí acudió, junto a sus hermanos, al colegio que las Teresianas tenían en el número 126 de la Rambla, esquina Diagonal. Edificio que es entonces la Diputación de Barcelona.

A los 19 años entró en la Compañía de Santa Teresa de Jesús, religiosas llamadas comúnmente teresianas. Hizo los primeros votos el 3 de octubre de 1959 y los perpetuos el 23 de septiembre de 1965. Durante muchos años fue profesora de Literatura y Filosofía en colegios de Barcelona, Valencia y Madrid.

En 1984, a raíz de sus viajes a Nicaragua quiso dedicarse a los más desfavorecidos, ayudando a personas en riesgo de exclusión social, reclusas o drogodependientes, haciendo de maestra de chicos en resta situaciones en el barrio del Raval de Barcelona.

Ha escrito más de 60 libros, la mayoría de temas educativos, sociales o sobre la espiritualidad de santa Teresa. Hace ahora diez años recibió la Cruz de Sant Jordi, uno de los máximos reconocimientos de la Generalitat de Cataluña que distingue a personas o entidades que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a la sociedad catalana.