Fallece el jesuita español famoso en los círculos intelectuales de la India
Carlos González Vallés recibió numerosos premios de ensayo y contribuyó al desarrollo de las Matemáticas en lengua guyarati
El primer ministro de la India, Narendra Modi, no conocido precisamente por sus políticas a favor de los cristianos, ha rendido esta semana homenaje a un jesuita español: el padre Carlos González Vallés, fallecido en Madrid el 9 de noviembre, pocos días después de cumplir 95 años. «El padre Vallés se hizo querido para muchos, especialmente en [el estado de] Guyarat. Se distinguió en áreas diversas como las matemáticas y la literatura guyarati. También era un apasionado de servir a la sociedad. Entristecido por su pérdida. Que su alma descanse en paz», escribía en su cuenta de Twitter el líder del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP).
Nacido en Logroño en 1925, González Vallés era sin embargo «un guyarati de corazón», ha afirmado el padre Cedric Prakash, en declaraciones que recoge la publicación de información sociorreligiosa Matters India. Un amor que fue correspondido con la concesión de la ciudadanía india. Guyarat «siempre estará en deuda con él por su contribución a la literatura y al sostenimiento de nuestra cultura».
De hecho, con motivo de su fallecimiento «todos los periódicos de Guyarat han sacado su foto con la información», a pesar de que dejó el país hace 20 años. Lo explica a Alfa y Omega el también jesuita José Alberto Heredero, que fue compañero suyo de comunidad en la India.
Empezó para «practicar»
González Vallés ingresó en la Compañía de Jesús con 16 años, y con 24 fue destinado a la India. Estudió en la Universidad de Madrás y se licenció en Matemáticas en 1953. Fue ordenado en 1958 y destinado a enseñar Matemáticas en el centro universitario San Javier en Ahmedabad. «Los jóvenes estudiaban allí y luego se examinaban y obtenían el título de la universidad pública», explica Heredero.
Aunque en las clases se utilizaba el inglés, «fuera del aula todo era en guyarati». Por eso, se dedicó al idioma de su nueva tierra en cuerpo y alma. «Lo practicó enormemente, escribía mucho solo para coger práctica, y llegó a tener un dominio de él increíble». En la India publicó más de 70 libros sobre diversos temas: sociedad, familia, religión, moral, psicología. Además, «cada semana escribía en el mejor periódico sobre temas de juventud y educación».
Recibió por ello numerosos premios, como el del Gobierno de Guyarat al menor ensayo durante cinco años seguidos y, en 1978, la Medalla de Oro Ranyitram, el mayor galardón de la cultura guyarati. Fue la primera y única vez que se ha concedido esta distinción a un extranjero. «Su ensayo sobre la excelencia está ahora en los libros de texto de las escuelas», añade su compañero.
Conocido en los círculos intelectuales
Su labor coincidió además con un período en el que desde las instituciones «se estaba haciendo un esfuerzo muy grande a todos los niveles para desarrollar la lengua guyarati» de forma que pudiera abarcar todos los ámbitos del saber. Se trataba, en el fondo, de dar cierto «prestigio» a este idioma frente al inglés y al hindi.
El padre González Vallés fue protagonista de este proceso. «Como sabía muchas matemáticas y mucho guyarati», el padre González Vallés entró en los círculos intelectuales tanto científicos como filológicos, y participó en la toma de decisiones. También contribuyó a traducir el conocimiento matemático al guyarati, hasta el punto de acuñar conceptos específicos y de contribuir a la enciclopedia Gnanganga. «Tenía un gran prestigio, y además la gente lo quería. Era muy amable, y aceptaba todo lo que le pedían».
Era algo recíproco, porque esto le sirvió para poner en marcha una traducción de la Biblia a la lengua del estado. «Pudo conseguir que el mejor traductor del inglés al guyarati se hiciera cargo. Ha salido una cosa muy buena, y lo comenzó Vallés».