Fabio Marchese Ragona: «Francisco está curtido en las críticas» - Alfa y Omega

Fabio Marchese Ragona: «Francisco está curtido en las críticas»

El periodista italiano ha cincelado en palabras las memorias del Papa en su autobiografía Vida. Mi historia a través de la Historia, publicada el miércoles

Victoria Isabel Cardiel C.
El vaticanista de Mediaset durante uno de sus encuentros con el Papa Francisco
El vaticanista de Mediaset durante uno de sus encuentros con el Papa Francisco. Foto: Ufficio Stampa Mediaset.

¿Fue una decisión del Papa escribir su autobiografía?
Se lo propuse yo. Le dije que sería maravilloso que contase a los jóvenes quién es el Papa Francisco.

¿De dónde parten sus recuerdos?
Del estallido de la Segunda Guerra Mundial. En 1939 solo tenía 3 años, pero recuerda, por ejemplo, las horas que sus padres y sus abuelos pasaron pegados a la radio o las cartas que llegaban de sus familiares italianos contando los estragos del conflicto. Da mucho peso a estos años tenebrosos, porque el mundo sigue en guerra 100 años después.

¿Sus experiencias han dibujado las líneas maestras de su pontificado?
Sí, claramente. Muchos de los gestos o frases de Francisco no pueden comprenderse en su totalidad si no se tienen referencias de quién era antes Jorge Mario Bergoglio.

Sus abuelos fueron inmigrantes y el Papa no se cansa de reclamar una humanidad sin muros para los que, como ellos, tienen que huir.
Sí. Es uno de los caballos de batalla de su pontificado y esto está vinculado con la historia de su familia. Sus abuelos pusieron rumbo a Argentina en febrero de 1929 y fueron recibidos por el Hotel de Inmigrantes, un centro de acogida no muy distinto de los que oímos hablar hoy en día.

¿Quiso Francisco dejar en la sombra algo de su pasado?
Se ha mostrado en todo momento muy disponible. De hecho, muchas veces era él quien tomaba la iniciativa sobre ciertos temas, porque a lo mejor hablando de un aspecto concreto le venía a la cabeza un recuerdo y me lo contaba.

¿Qué rasgos de la personalidad del Pontífice se deducen tras leer su autobiografía?
Su bondad infinita. Por mucho que lo hayan criticado y se lo hayan hecho pasar mal, él siempre ha perdonado a quienes le han ofendido. Está curtido en las críticas. Y no me refiero solo a ahora que es el Papa y que está sometido a un escrutinio público continuo, sino, por ejemplo, a sus años en Córdoba (Argentina), donde fue enviado por sus superiores en una suerte de exilio. También emerge claramente su determinación y la seguridad con la que afronta cuestiones complejas. Me vienen a la mente los años del golpe de Estado de Videla: tuvo que hacer frente a varias situaciones muy peligrosas que pusieron en riesgo su vida.

Desde el punto de vista comunicativo, ¿podemos decir que es su entrevista más íntima?
Nunca imaginé que pudiera abrirme su corazón de esta manera. Francisco nos tiene acostumbrados a los periodistas a una ruptura total en este campo. Nunca un Papa ha concedido tantas entrevistas o ha contado su vida con tal nivel de detalle.

¿Le preocupan las críticas al Papa?
En una de nuestras conversaciones le pregunté: «¿sabe que hay quien dice que está destruyendo el papado?». Se quedó un largo rato en silencio. Con serenidad, me contestó que si tuviera que ir detrás de todo lo que dicen sobre él necesitaría ir al psicólogo una vez a la semana. Luego me dijo: «¿Qué puedo hacer? Mi vocación es ser sacerdote y un sacerdote tiene que estar en medio de la gente. No puedo situarme a tres metros de altura y mirar con displicencia desde arriba».

¿Qué nos dice su biografía sobre su manera de ejercer el poder?
La reforma de la Curia le costó tanto tiempo porque quería que todas las conferencias episcopales del mundo la leyeran antes de aprobarla. El Papa ha trasladado el centro de gravedad eclesial desde el Vaticano a las Iglesias locales. Entiende el poder como servicio.

¿Cree que con el libro manda un mensaje a los que traman para que renuncie pronto?
No. Si tiene que decir algo a un cardenal, levanta el teléfono y llama. No le gustan las estrategias. Pero no es el primer Papa sobre el que cuestionan su capacidad y se organiza un cónclave secreto. Pasó con Juan Pablo II. Y también con Benedicto XVI, a quien le hicieron guerra sucia atacando a su secretario de Estado para atacarlo a él.

Pero Francisco ha sido el Papa más hostigado de la historia.
Ratzinger fue mucho más atacado. Incluso por parte del mundo académico. En 2008, la Universidad La Sapienza de Roma le impidió abrir el año académico. Fue algo gravísimo e inaudito.

Vida. Mi historia a través de la Historia
Autor:

Papa Francisco y Fabio Marchese

Editorial:

Haper Collins Ibérica

Año de publicación:

2024

Páginas:

272

Precio:

21,90 €

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