Expertos en formación sacerdotal y en caridad - Alfa y Omega

Expertos en formación sacerdotal y en caridad

Cristina Sánchez Aguilar
Vicente Martín y José Antonio Álvarez durante su ordenación episcopal
Vicente Martín y José Antonio Álvarez durante su ordenación episcopal. Foto: Archimadrid / Ignacio Arregui.

Era una petición demandada en la archidiócesis madrileña. Que hubiese más auxiliares. Desde el 23 de abril, a Jesús Vidal —entonces obispo auxiliar, ahora obispo electo de Segovia— y a José Antonio Martínez Camino, SJ, se sumaron José Antonio Álvarez, hasta entonces rector del Seminario Conciliar de Madrid, y Vicente Martín, llegado desde tierras extremeñas aunque con ocho años de bagaje madrileño tras servir como delegado episcopal de Cáritas Española, con sede central en la archidiócesis, y dirigir la Subcomisión de Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal Española. «Quiero servir a la diócesis haciendo vida lo que mis hermanos me han enseñado», reconocía Álvarez en la rueda de prensa posterior a su nombramiento. Especialista en formación —más de 20 años dedicado a ella de sus 24 años ya como sacerdote— y en acompañamiento espiritual, llegó a lo alto de la Curia madrileña en un momento en el que el Papa puso como uno de los focos del trabajo eclesial en España la formación de los aspirantes al sacerdocio. También con la experiencia de ser viceconsiliario de Manos Unidas y director espiritual en Cursillos de Cristiandad, Álvarez trajo consigo una mirada amplia de la realidad del pueblo de Dios.  «Necesitamos gente con el perfil de los nuevos obispos, con una visión general de la pastoral para seguir la línea de trabajo por proyectos transversales que respondan a las necesidades de nuestros vecinos», expresó el cardenal Cobo durante la presentación de su nuevo equipo. Punto fuerte, el de la transversalidad, de Vicente Martín, párroco de pueblo y durante diez años servidor en la «corona de espinas» de Badajoz, zona deprimida de los alrededores de la ciudad. «Allí aprendí sobre la vulnerabilidad humana; conocí la resistencia de las personas, que por muy rotas que estén hay algo que no pierden jamás, su dignidad», aseguró nada más llegar. Eso sí, apostillaba, «hay muchas realidades buenas y no tenemos derecho a mirarlo todo en negativo. Dios habita en esta ciudad y cómo ayudar a descubrirlo es la misión del obispo auxiliar», apostilló. Para eso se necesita observar, escuchar y dialogar. Ambos lo han hecho en estos meses de inicio de ministerio.

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