Experto del CELAM: En Venezuela se gobierna de «forma totalitaria» - Alfa y Omega

Experto del CELAM: En Venezuela se gobierna de «forma totalitaria»

Obispos de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Colombia han participado en un encuentro de conferencias episcopales en el que se ha denunciado que los herederos del chavismo «gobiernan bajo una noción hegemónica del poder que busca imponer un proyecto personalista» para «mantenerse» al mando «por medio de reelecciones indefinidas»

Redacción
Foto: Arcelo García / Venezuelan Presidency / AFP.

La crisis migratoria protagonizada por los ya casi cinco millones de personas que han huído de Venezuela desde 2015 se debe no solo a la mala situación económica del país. Tiene en su raíz profunda una «nueva forma totalitaria de ejercer pseudolegalmente la política». Fueron duras las palabras sobre el país en el Encuentro de Conferencias Eclesiales de la Región Bolivariana, que se celebró el miércoles en Bogotá.

Los obispos participantes en la cita, en representación de Bolivia, Ecuador, Venezuela y Colombia, escucharon el análisis de la situación sociopolítica de Venezuela elaborado por Rafael Luciani, experto de la Comisión del Episcopado Latinoamericano (CELAM). Según el resumen (sin citas textuales) que recoge en su página web el CELAM, los herederos del chavismo «gobiernan bajo una noción hegemónica del poder que busca imponer un proyecto personalista» para «mantenerse» al mando «por medio de reelecciones indefinidas». La repetición de elecciones tal como pretende llevarlas a cabo el régimen de Maduro supone sustituir «el modelo de democracia representativa» por uno de «democracia participativa pero sin representatividad ni verdadera influencia».

Esta forma de gobierno hegemónica va acompañada –recoge el CELAM de la ponencia de Luciani- de la «imposición de un pensamiento doctrinario y de carácter único» mediante el «adoctrinamiento socioeducativo» y el uso de un discurso nacionalista. Este creciente nacionalismo está plagado de símbolos patrióticos (alusiones a Bolívar y el pueblo), referencias religiosas a un socialismo cristiano, y alusiones al antiimperialismo, al anticapitalismo y a la lucha de clases. Así, se pretende «ir creando horizontes y visiones de mundo conformes al discurso del nuevo proyecto político socialista».

Discriminación y persecución ideológica

Después del meramente adoctrinador, un segundo nivel para lograr la hegemonía sería la discriminación ideológica. El ponente puso ejemplos de ello, como la «negación del acceso a los beneficios del Gobierno como créditos, contrataciones laborales, exención de impuestos, becas y misiones». Y por último las medidas contra los considerados opositores, sujetos a continuos procedimientos judiciales, invasiones de la propiedad privada o penalizaciones fiscales. Con todas estas actuaciones se pretende construir «el llamado socialismo del siglo XXI». Que, en realidad, como el socialismo de siglos anteriores, busca sustituir el concepto de propiedad privada «por el de propiedad colectiva o social. El dueño deja de ser el individuo para ser el Estado».

Al mismo tiempo, de cara al exterior –continuaba Luciani- se usan los recursos petroleros de la nación para financiar obras y proyectos en otros países latinoamericanos. Así, en caso de conflicto o necesidad, se cuenta con la simpatía y el apoyo de estos países.

El encuentro de los obispos se produjo tan solo un día después de que Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, presentara ante el Consejo de Derechos Humanos una nueva actualización de su informe sobre Venezuela, tres meses después de la durísima ampliación que hizo pública en diciembre. Bachelet denunció que aún se mantienen las «tensiones políticas» y los «actos de violencia» de las fuerzas de seguridad y simpatizantes chavistas contra opositores.

La expresidenta chilena alertó en concreto sobre la «urgente» situación de 38 niños venezolanos que están a la espera de un transplante, recordando que «algunos, desgraciadamente, han perdido sus vidas esperando».

En este contexto, reiteró su llamamiento a «todas las partes» para que «actúen con el mayor sentido» con el fin de «evitar una escalada mayor de la confrontación política que podría llevar a la violencia». Bachelet puso el foco en la necesidad de llegar a «acuerdos políticos para renovar el Consejo Nacional Electoral (CNE) y garantizar unas elecciones inclusivas, transparentes y creíbles».

CELAM / Europa Press / Redacción