Eutanasia en Francia: la «convención ciudadana» a favor, los sanitarios en contra

Los cerca de 200 participantes de una «convención ciudadana» convocada para debatir sobre el final de la vida votaron el domingo a favor de una modificación de la ley para legalizar una «asistencia activa a morir». Según informa AFP, después de casi tres meses de debate el 75 % de los miembros —elegidos por concurso— respondió «sí» a la pregunta de si «hay que abrir el acceso a la ayuda activa a la muerte».

En contra se manifestaron el 19 %. En total, un 84 % de participantes se mostró de acuerdo con que «el marco de acompañamiento al final de la vida» no responde «a las diferentes situaciones encontradas». Las conclusiones más detalladas se presentarán el 19 de marzo, pues «aún quedan debates pendientes», explicó Claire Thoury, responsable de organizar la convención.

Se trata de un proceso de carácter meramente consultivo. El gobierno no tiene ninguna obligación de adoptar sus conclusiones. Se desconocen las intenciones al respecto del presidente, Emmanuel Macron. Aunque en un primer momento parecía favorable a cambiar las reglas sobre el final de la vida, no hace mucho se mostró más reticente.

No es un cuidado médico

Antes de que se diera a conocer la votación de este congreso ciudadano, los sanitarios advirtieron de que «la eutanasia y el suicidio asistido no pueden considerarse como cuidados» médicos. En un documento dado a conocer a través del diario en Le Figaro, 13 organizaciones de trabajadores sanitarios —incluidos los especialistas en cuidados paliativos—, que representan a 800.000 profesionales, mostraban su rechazo a la legalización de la eutanasia.

Inyectar una sustancia letal a un paciente sería «un cambio ético importante» que probablemente «afectaría a la definición de atención» y «debilitaría a los equipos», alerta el documento. Estas organizaciones han optado por resaltar las «consecuencias concretas» del suicidio asistido y la eutanasia en su profesión, para comprender lo que probablemente acepte o no.

En el caso del suicidio asistido, algunos no son contrarios a facilitar al paciente los medios para que él mismo ponga fin a su vida. Pero todos se niegan a que eso se considere atención médica.

La última norma francesa sobre los cuidados al final, la Ley Claeys-Leonetti, de 2016, acepta una «profunda y continua sedación» hasta la muerte para los pacientes con una «enfermedad grave e incurable».