Europa, tierra para el diálogo con los musulmanes

La Iglesia en Europa confía «en las posibilidades de un diálogo» con los musulmanes que viven en Europa –cerca de 44 millones–. Así lo han manifestado los obispos y delegados para las relaciones con los musulmanes en Europa, que se han reunido, del 1 al 3 de mayo, en Londres. El encuentro estuvo centrado en los jóvenes, y constató la necesidad de abordar un diálogo abierto, desde la propia identidad. «Para entrar en diálogo, primero hay que saber quién soy y en qué creo», dijo el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, cardenal Jean-Louis Tauran.

La Iglesia ha puesto en funcionamiento varias iniciativas en Europa para el diálogo con los musulmanes. Una de las más conocidas es la Fundación Oasis. Su promotor, el cardenal Angelo Scola, inauguró, la pasada semana, en Milán una nueva sede, y alertó sobre el desconocimiento generalizado sobre la realidad y la situación de los musulmanes que viven en Occidente.

También la pasada semana se hizo público el último estudio del Centro Pew de Investigaciones sobre el Islam en el mundo, elaborado a partir de encuestas realizadas entre 2008 y 2012 a 38.000 personas procedentes de 39 países. El estudio desvela, por ejemplo, que cuatro de cada diez musulmanes creen que la sharia debe ser impuesta a todos, también para no musulmanes, y más de tres cuartas partes de los musulmanes del sur de Asia –especialmente en países como Arabia Saudí o Irán– justifican la muerte para los apóstatas y las adúlteras.

La Comisión sobre Libertad Religiosa Internacional, además, ha vuelto a señalar su preocupación por la situación en varios países de mayoría musulmana. Entre los ocho que cita como de especial preocupación (además de Corea del Norte, China y Birmania), hay cinco de mayoría musulmana: Arabia Saudita, Irán, Eritrea, Sudán y Uzbekistán. En un nivel inferior, son amonestados Egipto, Irak, Nigeria, Pakistán, Tayikistán y Turkmenistán, además de Vietnam, que parece dar marcha atrás en sus avances en el respeto a la libertad religiosa.