«Estoy en la Patrulla Verde de mi cole»
Celia, alumna del colegio Nuestra Señora de Mirasierra, dedica algunos recreos a recoger la basura que otros niños tiran sin darse cuenta de que es perjudicial, y a echarla en el contenedor de reciclaje
Desde hace dos años, algunos días los recreos de Celia son diferentes a los de sus compañeros del colegio Nuestra Señora de Mirasierra, en Madrid. Esta niña de 12 años está en la Patrulla Verde y, si es su turno, al tocar el timbre se pone una sudadera de ese color y recorre el patio con otro compañero recogiendo la basura del suelo. «Me apunté porque me parecía una buena idea para ayudar al medio ambiente, y es algo sencillo que puede hacer cualquiera», nos cuenta.
Su colegio, como todos los centros de la Congregación de los Sagrados Corazones, lleva desde 2013 trabajando para ser más ecológico. Para eso formaron la Patrulla Verde, y además pusieron en el patio papeleras azules para el papel y el cartón, y amarillas para los envases. Así, se puede separar la basura y mandarla a reciclar.
«Es un trabajo de mucha importancia ya que la gente suele tirar cosas al suelo inconscientemente», explica Celia. Muchas veces los demás niños los ayudan, aunque «hay otros que lo ignoran y tiran los papeles y la basura al suelo». Ella cree que es porque «piensan que no es asunto suyo». Celia y sus compañeros nunca se enfrentan con ellos, sino que «lo recogemos nosotros dando ejemplo». Su esfuerzo vale la pena. «Desde que lo hacemos, claramente hay menos basura en el patio porque cada vez hay más gente que recoge y recicla. Antes nadie le daba importancia a este tema».
El ecodelegado de clase
Esta niña se toma muy en serio su voluntariado. Ha aprendido que «la basura y los restos que tiramos al suelo sin darnos cuenta afectan» a todo el medio ambiente. Y por eso también en casa sigue esta labor.
Cuidar la naturaleza es tan importante, que este mes todas las iglesias cristianas están celebrando juntas el Tiempo de la Creación para aprender más sobre ello. Empezó el 1 de septiembre con un día dedicado a la oración por este tema, y termina el 4 de octubre en la fiesta de san Francisco de Asís, un santo al que le gustaban todas las criaturas porque son obra de Dios. Durante estas semanas, en muchos sitios se hacen actividades ecológicas de distintos tipos.
En los colegios de los Sagrados Corazones las actividades duran todo el curso. Hablan de ello en clase, han cambiado el riego automático para gastar menos agua, los alumnos usan botellas de aluminio reutilizables en vez de otras de plástico, y se recogen cosas como tapones, cartuchos de impresora o móviles para reciclar. Además, en cada clase hay un ecodelegado. Este curso quieren dar un paso más y promover que los niños lleven al almuerzo del recreo cosas que no generen residuos. Pero lo que más le gusta a Celia, además de la Patrulla Verde, es cuando plantan árboles y otras plantas en el huerto del colegio. «Además de ser bueno para el planeta nos enseñan cómo cuidarlos y a tener una responsabilidad».