«Estamos llamados a redescubrir la esperanza como el ancla firme sobre la que se sostiene nuestra vida»
El obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, clausura el IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores
El IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores Jesucristo: 2025 años de esperanza ha llegado a su fin este jueves con una ponencia a cargo de Vicente Martín, obispo auxiliar de Madrid. En su ponencia, titulada Madrid, peregrina de esperanza, ha destacado la importancia de este ciclo formativo y su impacto en la misión evangelizadora de los participantes. También estaban presentes el vicario de la Vicaría VIII, Ángel Camino, y Francisco Julián Romero, director de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española.
Manuel María Bru Alonso, delegado episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, ha hecho balance esta tarde del IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadoras: «A lo largo de este ciclo, hemos compartido con numerosos laicos evangelizadores de la Iglesia en Madrid la riqueza de la propuesta del Maestro. Ha sido una oportunidad para profundizar en el significado y los frutos del Jubileo, así como para formarnos mejor en el servicio a la Iglesia de Cristo, siempre en misión. Queremos expresar nuestro especial agradecimiento a los ponentes por sus intervenciones, que han destacado por su profundidad reflexiva, su cercanía y atractivo en la exposición, y, sobre todo, por ser elocuentes y provocadoras en su invitación a la conversión y a una vida plenamente evangélica».
«Os felicito porque habéis hecho este curso y estoy seguro de que os ha enriquecido a cada uno de vosotros. Cada uno viene de sus comunidades y la formación no es solo para uno mismo, sino para la misión. Eso supone que se van a enriquecer las personas a las que servís, sean niños de catequesis, adultos o personas en distintos ámbitos, como el social», ha expresado al principio de su ponencia el obispo auxiliar Vicente Martín.

A lo largo de su intervención, el obispo auxiliar ha subrayado la importancia de la esperanza en un mundo marcado por la incertidumbre, el miedo, las guerras y las polarizaciones. «Estamos en un momento de la historia donde quizás flota la desesperanza, pero nos olvidamos de lo fundamental: la propuesta de Jesús es la de ser sal de una esperanza que no defrauda». En este sentido, ha recordado las palabras del arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, en su carta pastoral, en la que invita a los fieles a ser testigos de esperanza en la Iglesia de Madrid.
El obispo ha insistido en que este año jubilar es una ocasión privilegiada para reavivar la esperanza personal y eclesial, abriendo nuevos caminos en el mundo. «Jesús es la fuente de nuestra esperanza y cada uno de nosotros estamos llamados a convertirnos a la esperanza: conviértete y cree en la esperanza», ha afirmado, recordando el mensaje del Miércoles de Ceniza. Asimismo, ha enfatizado que todos necesitamos esperanza, pues nadie está exento del desánimo, la fatiga o la desilusión. «Estamos llamados a redescubrir la esperanza como el ancla firme sobre la que se sostiene nuestra vida». En esta línea, ha resaltado que la conversión a la esperanza pasa por «renovar nuestro bautismo».
El obispo auxiliar ha continuado su ponencia recordando que los catequistas no son «meros colaboradores del sacerdote, sino que, como bautizados, prestáis un ministerio dentro de sus comunidades para dar continuidad a la misión de Cristo. Por ello, en este curso se ha insistido en la importancia de renovar el propio bautismo».

«La esperanza no defrauda porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. La esperanza cristiana está fundada en que nadie ni nada nos va a apartar del amor de Dios y por eso es una esperanza comprometida y transformadora. Los cristianos no somos aquellos que vamos por la vida con las manos en los bolsillos ni con los brazos cruzados», ha afirmado el obispo auxiliar. «Seamos portadores de unidad y esperanza», les ha pedido Vicente Martín a todos los presentes.
Al concluir su ponencia, el obispo ha recordado que «la esperanza arraiga cuando se visitan los lugares del dolor, por eso visitar un enfermo, acercarnos a alguien que sufre, tender la mano al pobre, se convierte también en un momento de gracia y uno descubre así que los «desgraciados de la vida» son fuente de gracia para cada uno de nosotros. La invitación —cuando hablamos de esperanza— es ponernos a los pies de los crucificados. Si de algo ha de servir un curso como este es sencillamente para crecer en fe, esperanza y caridad».
Tras la ponencia del obispo auxiliar, se han entregado los diplomas del curso a todos los participantes presentes y se ha cerrado así este IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores que ha supuesto una oportunidad de formación y renovación para muchos fieles de la Iglesia de Madrid, consolidando su compromiso con la evangelización y reafirmando la esperanza como pilar fundamental de la vida cristiana.