Sacerdotes tras la DANA: «Estamos en shock pero hay mucha solidaridad»
Dos curas relatan su testimonio sobre el terrible temporal en el que el agua ha inundado también parroquias, sacristías y despachos parroquiales
Continúan las consecuencias de la DANA que ha azotado gran parte de la Península, especialmente en la Comunidad Valenciana, donde el número de fallecidos ha aumentado hasta los 70, según cifras oficiales. Sin embargo, el Gobierno ha anunciado que esta cifra puede variar debido a la elevada cifra de desaparecidos.
Salvador Pastor es párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, en el barrio valenciano de La Torre. Él mismo explica que se trata de «un barrio trabajador con familias que viven en condiciones muy básicas, por lo que las consecuencias van a ser dramáticas. Confiamos en que declaren la zona catastrófica, porque si no, los vecinos no van a poder hacer frente a esta situación». Además, destaca que resulta complicado hacer un balance de familias afectadas porque «solo en Cáritas parroquial se atiende cada semana a unas 190 familias, y esto ha afectado a muchísimas más, por lo que el total podría superar el medio millar».
El sacerdote valenciano lamenta que «en estos momentos no podemos ofrecer ningún tipo de ayuda material desde la parroquia, ya que se encuentra totalmente inundada, con un metro y medio de agua, y casi tres palmos de barro, tanto en las dependencias como en la sacristía. La puerta del templo está colapsada por una pila de vehículos amontonados por la fuerza del agua y carece de red eléctrica».
Pastor asegura que el efecto de la DANA «ha sido devastador, en esta zona no estaba lloviendo, pero llegó toda el agua de los barrancos que se han desbordado, y entró con tanta fuerza que anegó el barrio entero, exceptuando algunas zonas más elevadas de las viviendas. Fue como un tsunami». Y es contundente: «Nos encontramos en plena crisis». En estos momentos, el párroco confirma que todavía se sigue rescatando a gente que ha quedado atrapada en las viviendas y señala que «durante toda la noche los efectivos de las fuerzas de seguridad y rescate han estado trabajando, trasladándose por el barrio con zodiacs».
Por otro lado, el párroco de Nuestra Señora del Rosario de Sedaví, César García, explica que horas después de la tragedia se encuentran todavía «en shock. Parece un sueño, pero es una realidad». Señala que la parroquia se ha puesto a disposición del Ayuntamiento de la localidad para lo que puedan ayudar.
«Hay mucha solidaridad. La gente está ayudando a las personas mayores, abriendo alcantarillas. También anoche abrieron sus casas para todos los que necesitaban resguardarse. De hecho, en mi finca acogimos a una docena de personas que no podían llegar a su casa y el agua ya les llegaba por la cintura», añade. El templo parroquial, según relata, también se ha visto afectado por el lodo y el agua y el despacho parroquial se ha perdido por completo. «En estos momentos clamamos a Dios para que nos ayude».