Esta ermita tendrá tejas nuevas con los nombres de los vecinos
Bercianos del Páramo, en León, inicia una campaña de apadrinamiento para restaurar el tejado de su ermita. Todo el que quiera puede comprar una teja con su nombre grabado en ella y así sufragar los gastos de la reparación
En Bercianos del Páramo, en León, los vecinos saben lo que es sufragar gastos de obras de mejora de su ermita, la del Cristo de la Vera Cruz. Ya en 2019, impulsados por la Cofradía de la Vera Cruz, consiguieron restaurar, gracias a donativos que ascendieron a 10.000 euros, el retablo. Llevó a cabo los trabajos la restauradora de la diócesis de León, Marta Eva Castellanos, que le dio lustre de nuevo a esta pieza del siglo XVIII en la que descansa el Cristo de las Eras. Casi cinco años después, hay que arreglar el tejado «sí o sí». Tal cual se lo dijo el maestro carpintero del Centro de los Oficios y Artes Plásticas del Ayuntamiento de León al abad de la cofradía, Javier Benéitez, que lo trasladó al resto de cofrades. «Las tejas están asentadas sobre una cama de barro; han anidado pájaros, hay carcoma y las lluvias lo han llenado de humedades, goteras y agujeros en las paredes que amenazan el retablo», describe para Alfa y Omega el abad. «¿Nos ponemos?», trasladó al resto de los cofrades. La respuesta fue que sí, pero ¿cómo? «Al final, esto siempre es hablar en el bar con una caña y una tapa». En la lluvia de ideas, uno contó que «en un templo budista pintaban tu nombre en una teja». «¡Es esto!». Era la forma de obtener el dinero. La segunda fase fue buscar a quien imprimiera el nombre; se descartaba que fuera a mano y se pensó en el láser. Contactaron con el chico de la comarca que regenta el puesto de camisetas serigrafiadas del mercado de los domingos y se sumó al proyecto. Hizo pruebas con una máquina especial y el resultado les gustó.
Micromecenazgo
La ermita es una joya emocional para el pueblo que data del año 1645 y sigue teniendo culto. En ella se celebrando bautizos —«bodas no tantas»— y dos Misas al año: para las cruces de mayo y para la Exaltación de la Cruz, el 14 de septiembre. El terreno en el que está, explica Benéitez, es del pueblo, y el edificio, de la cofradía, integrada por casi 100 cofrades de Bercianos y de otras localidades vecinas. «Mientras haya cofradía, se mantendrá la ermita». Sin ganas de depender de subvenciones o ayudas, ellos mismos han hecho muchos de los trabajos, como el saneamiento de los muros o la adecuación de un baño completo. A esta nueva campaña de micromecenazgo para arreglar el tejado, encargada a la asociación Hispania Nostra, están invitados los cerca de 600 habitantes de Bercianos y también todos aquellos que quieran sumarse. Benéitez recuerda que cada donativo se puede desgravar y que hay varias modalidades: donativo libre; diploma de cofrade honorífico (diez euros); diploma de cofrade honorífico y visita a la ermita (20 euros); grabado del nombre y diploma honorífico (40 euros); grabado del nombre, diploma y visita guiada (50 euros); grabado del nombre, diploma y libro a elegir (60 euros). Al cierre de esta edición, se habían obtenido cerca de 2.000 euros de más de 40 aportantes.
No es la primera vez que se ven nombres de donantes en objetos de culto. En 2022, la Virgen de los Gitanos de Madrid, María Santísima de las Angustias, estrenó saya nueva para la estación de penitencia de Semana Santa. En el forro iban grabados los nombres de los devotos que, con sus aportaciones, habían hecho posible ese nuevo ajuar.