«España es un laboratorio» contra la inmigración - Alfa y Omega

«España es un laboratorio» contra la inmigración

30 años después de la primera aparición del cadáver de un migrante en las costas de Cádiz, el documental El naufragio hace balance sobre la acogida a este colectivo. Un ámbito sobre el que su autor, Nico Castellano, es crítico: «Estamos naufragando como sociedad»

Rodrigo Moreno Quicios
Hace 30 años, el naufragio de inmigrantes en la frontera sur era un fenómeno desconocido. Foto: José Luis Roca

«El mar es un gran muro que mata diez veces más que el de Trump. Es muy cool decir que sus políticas son racistas, pero las europeas son peores», sentencia Nico Castellano, periodista de la Cadena SER. Él ha sido el encargado de guionizar El naufragio, un documental sobre el primer migrante muerto que los españoles encontraron en sus playas que se ha proyectado esta semana en el salón de actos de Alfa y Omega con motivo del Día Internacional del Migrante.

30 años después de aquel primer cadáver, Nico Castellano cree que «hemos aprendido muy poco». «Hoy muere más gente que nunca en el mar», considera. Para mantener su afirmación, se apoya en una cifra de la Organización Internacional para las Migraciones. Desde 2014, han muerto 34.000 personas ahogadas en el Mediterráneo.

«Hemos naufragado políticamente, pero también como sociedad porque hemos permitido que las fronteras maten», denuncia Castellano, quien critica el fracaso de los países europeos «a la hora de crear un sistema que regule la movilidad humana». «Se pone el derecho al control migratorio por encima del derecho a la vida», diagnostica.

España es un laboratorio

Para Nico Castellano, cuando un inmigrante intenta entrar en España se le recibe con «un escenario bélico que es un engranaje más del negocio de las armas». El periodista señala las inversiones que el Estado hace en radares nocturnos o la venta de patrulleras a países como Marruecos para que vigilen nuestras fronteras. «Subcontratamos y metemos en el trastero la violación de derechos humanos», protesta.

«Invertimos tanto dinero en crear muros contra los que se estrella la vida que con él podríamos reducir la desigualdad de los países», dice Castellano. Una solución que, a su juicio, no se está articulando por culpa de «los lobbies securitarios que defienden que la única solución son los sistemas de seguridad».

Algo en lo que nuestro país es, a su manera, ejemplar. «España es un laboratorio. Hemos sido modelo para todo el mundo con las vallas de Ceuta y Melilla», lamenta el periodista. Finalmente, recuerda que la única empresa europea fabricante de concertinas está en Málaga y que, tras cubrir las vallas nacionales, ha instalado estos alambres en Hungría «para que los refugiados no crucen de Grecia a Alemania».

Con esta foto, Juan Medina, uno de los entrevistados en filme, ganó el World Press Photo en 2004. Foto: Juan Medina

Una maquinaria del odio

En un momento en que las noticias sobre inmigración aparecen en todos los medios y «podemos saber al minuto la gente que pierde la vida», Nico Castellano cree que el rechazo a los inmigrantes demuestra que «estamos ante la sociedad más convencidamente racista de la historia».

«Hay una maquinaria del odio funcionando a pleno rendimiento» y «los partidos políticos utilizan a los migrantes en la balanza electoral», advierte. Según Castellano, «no hay la mínima valentía de un partido en el poder para cambiar el discurso». Ni siquiera por parte de los partidos que hacen bandera de la acogida. «Cuando están en la oposición hacen un guiño al electorado más progresista, pero cuando gobiernan tienen las mismas políticas de extranjería», denuncia.