España es el país europeo donde más han crecido los abortos de bebés con Síndrome de Down
En los últimos años, en Europa han nacido un 50 % menos de niños con Síndrome de Down. En España, un 83 % de estos embarazos acaban en aborto
Teóricamente en la actualidad debería haber en Europa muchos más niños con Síndrome de Down. Sin embargo, ocurre todo lo contrario porque cada vez son menos los niños que llegan a nacer con este síndrome. Un estudio realizado por el neerlandés Gert de Graaf, el británico Frank Buckley y el estadounidense Brian Skotko y publicado en la prestigiosa revista Nature, es el primero en arrojar datos sobre el incremento de los abortos de niños con Síndrome de Down y su impacto en la sociedad.
El estudio, actualizado en 2022 y que recoge datos hasta 2015, indica que la cantidad de concepciones de niños con este síndrome ha aumentado en Europa en un 73 %, y eso se debe, entre otras causas, al aumento de la edad materna, ya que el riesgo de contraer esta cromosomopatía se incrementa con los años. Sin embargo, más de la mitad de esas gestaciones no llegaron a término y acabaron en abortos provocados. España lidera la lista de los diez países europeos con mayor tasa de interrupciones del embarazo por Síndrome de Down, con un 83 %. Le siguen Portugal, Dinamarca y República Checa sin bajar del 70 %.
El hecho de que se pueda detectar el síndrome desde etapas muy tempranas con tecnologías cada vez más modernas y no invasivas, se une a la legalización del aborto en la mayoría de los países europeos y, concretamente en España, la extensión del plazo para realizar un aborto por «anomalías fetales» hasta la semana 22. Según recoge la BBC, en opinión de uno de los autores del estudio, «si no hubiera exámenes prenatales y abortos selectivos, las tasas de nacidos vivos con síndrome de Down en toda Europa hoy en día serían más del doble de los niveles actuales».
Desde la Fundación Madrina, entidad de carácter social enfocada en infancia, mujer y maternidad, aseguran en una nota que «es necesario establecer programas de acompañamiento» para familias de bebés con esos diagnósticos y recalcan la importancia de «seguir trabajando para investigar y mejorar la calidad de vida de las personas con Síndrome de Down». Además, Madrina explica que a la fundación llegan muchos casos de madres cuyos embarazos han sido diagnosticados con Síndrome de Down en revisiones rutinarias en centros de salud generándoles mucha ansiedad y nerviosismo. En muchos casos, y después de una segunda revisión ginecológica en la propia sede, se han descartado esos diagnósticos. Estas equivocaciones «desgraciadamente afectan gravemente a la salud emocional de las madres embarazadas y al final del bebe no nacido», explican.
Heidi Crowter, la joven que desafió al gobierno británico
A la par que estas cifras, crecen también las experiencias de lucha contra la estigmatización y las personas que alzan su voz por los niños con Síndrome de Down que son abortados. Testimonios concretos que apuestan porque se reconozca la dignidad de estas personas.
En países como Inglaterra, Escocia o Gales, si el bebé es diagnosticado con Síndrome de Down, la madre puede abortar hasta el mismo día del parto. Ante esto, la británica Heidi Crowter, de 29 años y con este síndrome, se ha propuesto el objetivo de lograr que esta norma sea modificada. En 2020 unió fuerzas con Cheryl Bilsborrow de Preston, madre de Héctor, de dos años y también con síndrome de Down, y juntas emprendieron una histórica lucha en la que instaron al gobierno de Reino Unido a modificar la ley.
Sin embargo, tres jueces del tribunal británico desestimaron el recurso presentado por Crowter, y decidió insistir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Aún pendientes de la resolución, Heidi Crowter afirmaba en su demanda que «esta ley envía a las personas con Síndrome de Down como yo el mensaje de que somos menos valiosos que los demás. Esto no es cierto ni correcto».