Athenas Venica: «Es un tiempo difícil, pero veo al Espíritu actuar»
«Es una top mundial. La número uno del mundo de la música católica». Los datos lo confirman. Incluso cantó para el Papa en la JMJ de Río de Janeiro en 2013. Pero para Athenas Venica, que ha hecho de la música católica su afición, su vocación y también su profesión, su éxito no se mide en números sino en conversiones. «Me han llegado muchos testimonios de personas que estaban lejos de Dios y mi música las ayudó a acercarse de nuevo». La cantante termina este lunes su gira por España
«Es una top mundial. La número uno del mundo de la música católica». Así define Marcelo Olima —fundador del festival de música católica más importante de nuestro país: Multifestival Laudato Si— a Athenas Venica. Los datos lo confirman. Los vídeos en YouTube de la joven artista argentina, nacida en Buenos Aires en enero de 1992, superan los 60 millones de visualizaciones. Incluso cantó para el Papa en la JMJ de Río de Janeiro en 2013. Pero para Venica, que ha hecho de la música católica su afición, su vocación y también su profesión, su éxito no se mide en números sino en conversiones. «Me han llegado muchos testimonios de personas que estaban lejos de Dios y mi música las ayudó a acercarse de nuevo». La cantante se encuentra de gira, por primera vez, en España.
¿Cuándo surge tu interés por la música?
En mi familia siempre ha gustado la música, sobre todo el folclore argentino. A los 6 años mi padre me enseñó mi primera canción, desde ese momento nunca dejé de cantar.
¿En qué momento se convierte en una vocación?
A los 15 años comencé en un grupo juvenil del Movimiento de la Palabra. Por primera vez, experimentaba en primera persona lo que era cantar para Dios, si bien mi madre ya me lo había mostrado. En ese tiempo, fui a un retiro y le pregunté al Señor [sobre mi futuro]. Él me regaló la palabra donde Jesús le dice a Pedro, «de ahora en adelante serás pescador de hombres», en Lucas, 5. Recuerdo experimentar tan fuerte en mi corazón que Él me enviaba con la música en busca de las almas, que se lo conté a todo el mundo.
¿Y en qué momento conviertes esto en tu profesión?
A los 18 años Jonatan Narvaez, un gran productor católico, me propuso grabar algunos vídeos para YouTube. Enseguida todo comenzó a crecer y empecé a viajar. Al poco tiempo, dejé mi trabajo como profesora de canto, y en algunos años ya pude estar dedicada a tiempo completo.
¿Se puede vivir de la música católica?
Con mi esposo estamos los dos dedicados a tiempo completo a la evangelización a través de la música, pero, como todo, creo que es una vocación, es una llamada del Señor. También se requiere mucho trabajo y ser muy profesionales. No es algo fácil, pero si Dios te llama, se puede.
¿Nunca te planteaste desarrollar tu carrera en el mundo secular?
Durante mucho tiempo pensé que tal vez Dios me llamaba a dar testimonio en un ambiente artístico secular.
¿Qué buscas cuando cantas?
Mi principal objetivo es que la gente se olvide de mí y pueda orar y conectarse con Dios.
¿Conoces a alguien que se haya convertido por tu música?
Me llegan muchos testimonios de este tipo, sobre todo de personas que estaban lejos y la música las ayudó a volver a acercarse a Dios. Hace poco una mujer me comentó que nuestras canciones la ayudaron a superar la muerte de su hija.
Es tu primera vez en España ¿Qué percepciones tienes de la Iglesia aquí?
Me recuerda un poco a la Iglesia en Argentina. Sé que no es un tiempo fácil, es un momento muy hostil y de renovación. Pero también puedo ver como el Espíritu Santo está soplando y eso me alegra mucho. Lo veo como un momento de purificación y de mucha esperanza.
En España, la música católica quizá no tiene tanto éxito como en Latinoamérica. ¿Por qué crees que esto es así?
Uf, es un tema difícil, puedo dar una opinión, pero creo que intervienen muchos factores. Creo que la música de Dios es el resultado de la fe de las personas. Si hay fe en el pueblo, va a surgir esa música como medio para la adoración, para la alabanza, para la celebración, es como el resultado de la vivencia de Cristo. Si la fe está algo dormida, la música también se duerme. El Señor me ha bendecido al mostrarme la fe del pueblo latinoamericano. Es impresionante, una fe viva, una fe en los jóvenes, personas que se han encontrado con Jesús, que han cambiado sus vidas. La música acompaña eso, en especial la música explícitamente de oración.
La Iglesia está viviendo un periodo convulso con los abusos sexuales. El Papa ha pedido la colaboración de todos los laicos para acabar con esta lacra. ¿Cómo podría ayudar tu música en este campo?
Otro tema difícil, pero creo que lo mejor que podemos hacer desde nuestro lugar es ser santos. Con nuestra vida, con nuestro ejemplo, dejar vivir a Cristo en nosotros, y seguir anunciando a Cristo vivo. Que realmente la fe no sea una tradición, un acto exterior, sino la relación con una personas. Con la música tratamos de que justamente las personas se encuentren con esta persona que es capaz de cambiarlo todo, cambiar nuestro corazón, alejarnos del mal. Y claro, orar y acompañar mucho a nuestros sacerdotes.
Dentro de poco hay un Sínodo sobre la juventud, ¿qué pueden aportar los jóvenes como tú a la Iglesia?
En esta época, un joven que decide estar en la Iglesia ya no lo hace por tradición o por obligación, sino que tiene que ir contracorriente. Creo que un joven que quiere seguir a Cristo ha tenido un encuentro. Creo que los jóvenes pueden aportar esto: romper estructuras viejas y buscar las formas de anunciar el Evangelio en lenguajes actuales.