Es tiempo de deseado descanso desde «la cordura del ser»

Después de un año de no pocos cambios e inesperados sobresaltos, es momento de descansar. Dice el padre Le Fébure Du Bus, canónigo regular en la abadía de Lagrasse, en un librito de Ediciones Cristiandad, que parar no es un alto en el camino para retomar la actividad con más fuerza y prisa y que el descanso no es solo una concesión anual al cuerpo, sino que el reposo «es el fruto de un saber o de un arte» y no la ofensa al rendimiento y a la eficacia. El religioso propone aprovechar el tiempo de descanso para defender «la cordura del ser frente a la locura del activismo» y esto es lo que venimos a animar en estas líneas. Que estos días estivales no sean sencillamente una parada para volver en septiembre con la facilona recurrencia de «pilas recargadas», sino que parar sea un hábito constructivo para encaminarse al trajín diario desde la perspectiva de la reflexión pausada y sin llevar al cuerpo al límite cada vez que llega el mes de julio. Agradecemos a nuestros lectores la paciencia de este curso, con sus vaivenes y debidas recuperaciones, y reiteramos nuestro compromiso de seguir ofreciendo una información religiosa veraz y de calidad, eso sí, desde «la cordura del ser». Nos volvemos a leer el día 7 de septiembre.