«Es muy bonito pensar que tu nombre va a estar ligado al Camino de Santiago» - Alfa y Omega

«Es muy bonito pensar que tu nombre va a estar ligado al Camino de Santiago»

El arqueólogo Patxi Pérez-Ramallo y su equipo han confirmado la existencia de Teodomiro, el obispo que encontró la tumba del apóstol Santiago

Ángeles Conde Mir
El investigador junto a los huesos del obispo Teodomiro. Foto: Cedida por el entrevistado

Al otro lado del teléfono, desde Noruega, Patxi Pérez-Ramallo explica a este semanario cómo la investigación multidisciplinar que ha dirigido desde 2019 ha podido identificar a Teodomiro de Iria Flavia.

Este obispo fue quien, en el siglo IX, descubrió la tumba del apóstol Santiago en aquellos primeros asentamientos que darían lugar a la ciudad compostelana y, por ende, al Camino de Santiago.

La historia de Teodomiro y la de Patxi van de la mano desde que este científico, de ahora 36 años, trabajaba en la catedral de Santiago vendiendo entradas para el museo catedralicio y dando información general al visitante.

«Es un poco como la historia del botones que llega a director de museo, ¿no?», bromea. Recuerda que, estando en el museo, un peregrino norteamericano le dijo que todo estaba muy bien explicado, pero que echaba de menos «la historia de la gente que hizo esto». Cuenta Patxi que aquella frase despertó en él una idea: la de dedicarse al estudio del origen y la evolución del Camino de Santiago desde el punto de vista de la población. «Yo quería estudiar el fenómeno de cómo, a raíz de un descubrimiento de unas reliquias, surgió la que sería la actual ciudad de Santiago de Compostela». En esa idea cimentó su tesis doctoral.

La historia de Teodomiro se conoce desde hace siglos, pero se había transmitido oralmente y no había certeza de su existencia. Todo cambió en 1955 cuando, bajo la catedral, se halló una lápida en la que se lee claramente que ahí yacía Teodomiro de Iria Flavia. Sin embargo, esos restos no habían pasado por un tamiz científico y, por tanto, no eran más que unos huesos antiguos, valiosos, pero sin nombre ni apellido.

Fue entonces cuando Patxi se convirtió en el nexo de unión entre Teodomiro y el equipo multidisciplinar internacional que ha confirmado la identidad del obispo.

La Iglesia impulsó la investigación

Él ya había pasado de vender entradas en la catedral a trabajar en la datación de restos arqueológicos mediante distintas técnicas. Como explica a Alfa y Omega, estos procedimientos aúnan disciplinas como la sociología, el análisis antropológico físico de los restos óseos, el estudio del ADN y la técnica de los isótopos estables que permite recrear la dieta y, por tanto, el estatus social. Y, algo muy importante que Patxi destaca: El origen geográfico. «Saber si era local o no era algo vital en el caso del Camino de Santiago».

Al mismo tiempo, desde la Fundación Catedral de Santiago se habían propuesto aplicar a los presuntos restos de Teodomiro las técnicas modernas que hoy permite la ciencia. Conocían el trabajo de Patxi y, de este modo, el director de la fundación, el sacerdote Daniel Lorenzo, se puso en contacto con él. «Hablé con mis colaboradores del proyecto anterior y a todos nos interesaba el proyecto. Y fue así como surgió», comenta. Este equipo está formado por investigadores de la Universidad de Estocolmo, el Instituto Max Planck de Geoantropología, la Universidad de Oxford y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.

Asegura que, en todo este proceso, la Iglesia de Santiago de Compostela fue un apoyo constante impulsando los trabajos: «Eso me gustaría subrayarlo mucho, porque una gran parte de la sociedad se sorprende de que la Iglesia promoviera estas investigaciones porque tiene una opinión errónea sobre la institución».

 En 2019 comenzaron los trabajos, pero después llegó la pandemia y vicisitudes burocráticas varias que ralentizaron la investigación hasta que, en 2023, llegaron los resultados. «La ciencia, lamentablemente, nunca puede asegurar nada al 100%, pero podemos decir que en nuestra investigación todo apunta o sugiere que hemos confirmado o descubierto los restos del obispo», explica el investigador.

Teodomiro, el personaje histórico datado más antiguo de España

De esta forma, el equipo dirigido por Patxi ha tenido entre manos al personaje histórico más antiguo de España jamás identificado con estos métodos y uno de los más antiguos de Europa. Del que además se ha podido extraer ADN por lo que esos huesos contarán mucho de la historia de aquellos siglos en los reinos cristianos del norte peninsular.

El hallazgo es impresionante. Además, conjuga algo que Patxi también desea apuntar y es cómo la ciencia ha confirmado la tradición oral y religiosa.

«Creo que Teodomiro es un personaje histórico muy importante del que no se sabía casi nada. Con nuestro estudio hemos demostrado que esa leyenda que hablaba de él y de cómo encontró la tumba de Santiago, algo de razón tiene. No sabemos exactamente cómo pasó, pero sabemos que hubo un obispo llamado Teodomiro de Iria Flavia que tuvo una revelación divina o vivió algo que le hizo marcharse de Iria Flavia al medio del bosque para encontrar la tumba del apóstol. Yo creo que es fascinante el hecho de que la ciencia pueda ir a veces de la mano con estas cosas históricas, incluso religiosas, y demostrar que hay veracidad, que hay parte de verdad».

Los visitantes ahora preguntan por Teodomiro

El investigador se enorgullece desde el punto de vista profesional de este descubrimiento, pero también añade un componente personal que lo hace más especial. Él, que es de Santiago de Compostela, siente que ha devuelto su sitio a alguien que siempre estuvo ignorado y que es «el padre de la ciudad actual de Santiago de Compostela, de la primera ciudad medieval, porque surge a raíz de que halla la tumba del apóstol».

«Personalmente es muy bonito pensar que, por este descubrimiento de Teodomiro, tu nombre va a estar ligado al Camino y al espíritu del Xacobeo», apostilla.

Cuentan que, desde que se hizo público el hallazgo sobre el obispo de Iria Flavia, el interés de los visitantes de la catedral por Teodomiro se ha multiplicado exponencialmente. Después de siglos en el olvido, ahora será recordado como merece. Un motivo de orgullo para Patxi que repite: «Quién me iba a decir a mí, cuando vendía entradas allí, que, pasados los años, iba a encontrar a la persona más antigua de España jamás datada que, a su vez, encontró al apóstol y que fundó Santiago».