«Eres más libre cuando te comprometes a algo mayor que tú»

«Cuando nos dijo la ginecóloga que nuestro hijo seguramente vendría con Síndrome de Down, mi mujer y yo nos quedamos mudos», confiesa José Martín Aguado en Lo que ahora importa, una serie de entrevistas en vídeo que la Conferencia Episcopal Española lanzó la pasada semana y que buscan respuesta a preguntas sobre salud mental, el papel de las familias o el futuro de la educación. 

En esta segunda entrega protagonizada por Martín, el profesor y padre de cuatro hijos reconoce que conocer el diagnóstico sobre el segundo de ellos «fue un momento muy duro que tienes que poco a poco deglutir e interiorizar». Explica que Juanito, ahora de tres años, «no progresa» al ritmo de otros niños de su edad, pero «en esos pequeños avances es donde encuentras la alegría». «Quizá, a ojos de otras personas, es un fracaso dentro de la sociedad donde vivimos», pero José Martín no lo ve así y considera que «en las cosas pequeñas está la verdadera felicidad».

También opina que «quizá le estamos dando mucha importancia a muchas cosas de tu vida que no la tienen» y reivindica que «nos ha puesto en perspectiva el tortazo que Juan nos ha dado al venir a nuestra familia». Y ahondando en la cuestión, amplía que «yo no tomo a Juan como un fracaso» sino que «te hace preguntarte qué es el éxito». Preguntado por el presentador, Israel Remuiñán, en qué consiste, Martín considera que es «tener una familia, cuidarla bien y ayudarles a que estén cerca de Dios y sean felices».

Preguntado sobre por qué las parejas jóvenes no acaban teniendo hijos aunque contaban con esa idea entre sus planes, «matiza que las estadísticas muestran que las mujeres quieren tener al menos 2,1 niños a lo largo de sus vidas», pero la realidad es de 1,19. «Esa brecha es porque se ha metido la necesidad de que cada uno obtengamos el éxito profesional y relegamos a un segundo o tercer plano el paso de tener una familia». Y entre más causas, denuncia que «tenemos salarios precarios y un 60 % de los jóvenes tienen trabajos temporales», pero principalmente una idea reduccionista de la libertad que no acepta renuncias. Por el contrario, considera que «eres más libre cuando te comprometes a algo mayor que tú».