Entusiasmo en el Vaticano por las fotos del telescopio James Webb
Las nuevas imágenes del espacio profundo son «nuestro intento de usar la inteligencia para comprender la lógica del universo»
Los investigadores del Observatorio Vaticano están «realmente entusiasmados» por las «estupendas» imágenes obtenidas por el telescopio James Webb que se han difundido en los últimos días. En un comunicado hecho público este miércoles su director, el jesuita Guy Consolmagno, subraya que se trata de un «anticipo alentador de lo que estaremos en situación de aprender sobre el universo» en el futuro.
Pero, además, «estas imágenes son un alimento necesario para el espíritu humano», especialmente en estos tiempos. «No solo de pan vive el hombre». La ciencia que ha hecho posible este telescopio, profundiza, «es nuestro intento de usar la inteligencia, que Dios nos ha dado, para comprender la lógica del universo». Una lógica sin la cual el cosmos «no funcionaría».
Sin embargo, las fotografías demuestran que «el universo no es solo lógico, también es bello». En la «creación de Dios que se nos revela», podemos ver «tanto su sorprendente poder como su amor por la belleza». Al mismo tiempo, el jesuita confiesa su asombro y gratitud por cómo «Dios ha confiado a nosotros, los seres humanos, su creación y la capacidad de ver y entender lo que Él ha hecho».
La luz del Big Bang
La capacidad de ver desde los exoplanetas vecinos hasta las galaxias más lejanas del universo primitivo, hacen del Webb una especie de máquina del tiempo que será capaz de captar la luz emitida poco antes del Big Bang. Con este tipo de imágenes los científicos podrán estudiar con un grado de detalle sin precedentes cómo interactúan las galaxias entre sí y la evolución de los agujeros negros.
Entre las imágenes se encuentra la más profunda del universo obtenida hasta ahora. Gracias a la tecnología puntera de las cámaras, espectrógrafos y coronógrafos de última generación y a la capacidad de observar en el espectro infrarrojo, muestra el cúmulo de galaxias SMACS 0723. También hay fotografías de objetos como las nebulosas de Carina y del Anillo del Sur (con el espectáculo de una estrella agonizante) y el Quinteto de Stephan, objetos ya conocidos y fotografiados pero nunca con tanto detalle.
Un jesuita pionero
Al director del observatorio le ha «fascinado» especialmente «ver el primer espectro de vapor de agua de la atmósfera de un planeta extrasolar», el WASP-96 b. Recuerda que fue un jesuita, Angelo Secchi, quien «realizó las primeras medidas espectrales de la atmósfera de los planetas de nuestro propio sistema solar».
Fue hace unos 150 años, y lo logró «poniendo un prisma delante de la lente de su telescopio sobre el techo de la iglesia de San Ignacio en Roma». «Solo puedo imaginarme lo feliz que habría estado de ver cómo esta ciencia, de la que él fue pionero, ahora se aplica a planetas desconocidos para él en órbita alrededor de estrellas lejanas».
Consolmagno reconoce además que tiene razones personales para alegrarse del éxito del telescopio. «Muchos de los científicos que han construido los instrumentos y planificado las observaciones son amigos míos». Es consciente de «cuánto tiempo y lo duramente que ellos y sus colegas han trabajado». Todo «un tributo al poder del espíritu humano y a lo que podemos hacer cuando trabajamos juntos».