«En Navidad, los niños de la calle se sienten más solos»
Pequealfa y Radio María vuelven a lanzar su campaña de Navidad. Este año, queremos enviar nuestro cariño a los niños abandonados de Manila
¿Te imaginas pasar la Navidad en la calle? ¿O lejos de tu familia? Para que las fiestas sean más felices para algunos de estos niños, en Alfa y Omega hemos decidido que nuestra campaña de Navidad consista en enviar vuestras cartas y felicitaciones a los niños de la calle de Manila (Filipinas).
Lo vamos a hacer a través de la fundación ANAK-TnK (Puente para la Infancia en tagalo, el idioma de este país). Ellos ayudan a 1.300 niños. Algunos están o han estado en la calle. Otros viven con sus familias en los barrios más pobres y buscan en los vertederos comida y cosas para vender. ¡Lo hacen hasta los niños más pequeños! Para ellos, la fundación tiene centros donde les enseñan, cuidan su salud y les dan una comida buena al día, que a veces es la única.
Pero la labor más importante de ANAK es con los niños de la calle. Elise, una de las personas que trabaja allí, nos explica que «las razones por las que los niños sobreviven solos en la calle son terribles: sus padres no los cuidaban, o los trataban mal», han muerto o están muy enfermos.
«Compran comida con las pocas monedas que consiguen haciendo pequeños trabajos en la calle, mendigando o robando. La mayoría duerme en un cartón», cuenta Javier, un español voluntario de la fundación. Muchas veces sufren violencia, y algunos adultos abusan de ellos. Por eso, para protegerse forman pandillas.
John Paul es el jefe de los educadores que recorren las calles día y noche para atenderlos. Les ofrecen comida, algo de educación y les curan las heridas. «Pero lo mejor que podemos darles es nuestro tiempo. Así se dan cuenta de que los queremos, y puede que quieran venir a uno de nuestros centros. En ellos, recuperan la esperanza que perdieron en la calle».
Una gran familia
En esos hogares, los niños viven en una gran familia. El padre Matthieu, el sacerdote que dirige la fundación, es como un padre para ellos, y además están los educadores, y muchos hermanos y hermanas. Tienen comida, ropa, van al colegio… Sin embargo, no todo es fácil. «Como los abandonaron sus propias familias –nos dice Elise–, les cuesta confiar en los adultos. Les da miedo que los abandonen otra vez». A los mayores les cuesta aceptar normas porque en la calle hacían lo que querían. Por eso, a veces se escapan.
Javier nos cuenta que, aunque estos niños quieren mucho a Jesús, en Navidad lo pasan mal porque «como no pueden estar con su familia se vuelven a sentir abandonados. Esos días intentamos prestarles más atención». Los educadores reparten dulces a los niños que siguen en la calle. El 25 de diciembre, «el padre Matthieu y todos los voluntarios visitan todos los centros y dan a cada niño su regalo. Es impresionante cómo lo agradecen».
Por eso, vuestras cartas pueden ser también muy importantes: «Les va a costar imaginarse cómo sois porque no saben bien dónde está España –cuenta este voluntario–, pero serán un mensaje de amor que les hará sentir que no están solos. Además, les ayudarán a expresar sus sentimientos en estos días duros».
Como en años anteriores, la campaña Envía tu carta a los niños de Manila la organizamos de forma conjunta el Pequealfa y el programa La hora feliz, de Radio María. Para participar, tenéis que enviarnos vuestras cartas en inglés, antes del 20 de diciembre. Podéis hacerlo por correo electrónico a pequealfa@alfayomega.es. O, por correo postal, a: