«En cuanto se elija un Papa habrá que explicar de dónde viene, qué ha hecho y, sobre todo, qué piensa»

A día de hoy, martes, ¿qué se sabe de momento sobre el cónclave que empezará el miércoles?
Por el momento lo que sabemos es que los cardenales previstos son 133 y que antes del cónclave habrán mantenido doce encuentros. En 2013 tuvieron diez reuniones. Cuanto más se vean más se conocen y entrarán más en materia. Han hablado de muchos temas: desde la situación económica de la Santa Sede hasta la división que hay dentro de la propia Iglesia. Pero por el momento no tenemos más datos.

¿Qué les han contado los cardenales a los que han podido abordar? ¿Les han compartido alguna información relevante la Oficina de Prensa de la Santa Sede?
Los cardenales electores han sido bastante prudentes. La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha mantenido también un perfil bastante discreto: se limitó a informarnos de cuántos cardenales estaban presentes y a mencionar los temas tratados sin entrar en detalle ni mencionar qué cardenales hablaron ni qué dijeron.

Este es el cónclave más plural geográficamente hasta el día de hoy y en un contexto marcado por las redes sociales y la desinformación. ¿En qué modo estos factores lo hacen diferente?
Lo que he notado es que el auge de las redes sociales supone un desafío más para el secreto que se supone que deben mantener los cardenales. Sin embargo no he visto por el momento maniobras de desinformación novedosas. En caso de cónclave se junta el hambre y las ganas de comer: medios que necesitamos contenido y otros que —quizás movidos por más o menos intereses— desean proponer sus papables, «quemar candidatos» o exponer mediáticamente a ciertos cardenales para desviar la atención. 

Este es un hecho histórico que sucede cada diez o 20 años, ¿cuál es la atmósfera en Roma? ¿Han visto movimientos o hay iniciativas de oración que no solieran suceder antes? 
Ahora en Roma hay mucha expectación pero todavía pesa la ausencia del Papa Francisco. Dejó huella. Sinceramente creo que la gente no aceptará su muerte hasta que el nuevo Pontífice salga al balcón de San Pedro.  

¿Qué responsabilidad asumen los que tienen que transmitírselo al mundo? ¿Da vértigo? ¿Qué intentan observar para hacer su labor de manera veraz? 
En primer lugar intentamos memorizar la normativa. Es clave. Son las normas de juego que ayudan a entender los gestos y los ritmos de este proceso tan particular. En segundo lugar estudiarse a los cardenales para poder ofrecer a la gente contexto. En cuanto salga un cardenal elegido habrá que explicar de dónde viene, qué ha hecho y, sobre todo, qué piensa. Luego habrá que intentar entender por qué lo han elegido. Y a partir de ahí seguir sus movimientos para explicar su figura. Es un reto explicar la figura de un Papa.