En busca del Rey Católico - Alfa y Omega

En busca del Rey Católico

«Ha más de setecientos años que nunca la Corona de España estuvo tan acrecentada ni tan grande como ahora, así en Poniente como en Levante, y todo, después de Dios, por mi obra y trabajo». Así de extraordinario es el personaje que centra la exposición Fernando II de Aragón, el rey que imaginó España y la abrió a Europa. Un monarca sin el cual no se puede entender la historia moderna en esta parte del mundo, ni tampoco la de América. Puede visitarse, en la Aljafería, de Zaragoza, hasta el 6 de junio

Fernando de Navascués
Retrato del rey Fernando II de Aragón (detalle). Óleo de pintor desconocido

El alcázar cristiano del Palacio de la Aljafería de Zaragoza ofrece un marco privilegiado para conocer al Rey Católico. El espacio central de la exposición es el Salón del Trono de los Reyes Católicos, por lo que el propio lugar aporta un sentido especial a la muestra, que invita a contemplar el mundo político, artístico, social y cultural de su reinado, a través de 150 piezas procedentes de ocho países. Todas ellas revelan la dimensión universal de este rey español que, durante casi cincuenta años, fue protagonista de la Historia en el momento preciso en que se conformaba el mundo occidental moderno.

Imagen del ‘Graduale. Pars altera’

Conciencia de un linaje

La exposición se abre con un gran árbol genealógico de los reyes de Aragón, puesto que el primer ámbito de contenidos está orientado a situar al rey Fernando en relación con sus orígenes y sus descendientes: padres, esposas, hijos, yernos…, hasta su nieto Carlos, su heredero, emperador de Alemania.

Algunas de las piezas más importantes son los retratos de Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, procedentes de la colección de la reina Isabel II y que salen por primera vez del Reino Unido. Pero también encontramos la Espada de ceremonia de los Reyes Católicos, símbolo de su poder real; el manuscrito del Desposorio del rey de Sicilia don Fernando de Aragón y la princesa de Castilla, doña Isabel, fechado el 18 de octubre de 1469 en Valladolid; o el repostero con el lema Tanto monta, de la catedral de Toledo.

‘Reloj de Pozuelo’. Santa María de Veruela

El centro de una gran constelación

El segundo ámbito recoge una constelación conformada por grandes personalidades sobre las que influyó notablemente el monarca español: tanto Papas como emperadores, hombres de letras como de armas: Alejandro VI, Colón, el Gran Capitán, Boabdil, el cardenal Mendoza, Maquiavelo o Maximiliano de Austria.

Y entre las obras que podemos ver, la Espada de Boabdil, forjada en acero y con empuñadura de marfil. O dos importantes documentos: el del Papa Julio II otorgando a Fernando el Católico la investidura del reino de Nápoles, y la Bula de Alejandro VI concediendo a Fernando e Isabel el título de Reyes Católicos.

Repostero. Catedral de Toledo

Un mundo interior de contrastes

No podían faltar, hablando del rey Fernando, algunos de sus aspectos más personales, como los encargos que realizó para honrar sus devociones, gustos y aficiones: su Misal Breviario procedente de la Biblioteca Apostólica Vaticana, o el Libro cantoral: Graduale. Pars altera, realizado en el escritorio de monasterio de Santa Engracia, de Zaragoza.

De especial valor y singularidad es otro encargo suyo: el Reloj de Pozuelo de Aragón, el único reloj localizado hasta el momento en la Península Ibérica de la etapa final de la Edad Media, cuyo origen se ubica en el monasterio de Santa María de Veruela.

‘Retrato del rey Fernando II de Aragón’. Óleo de pintor desconocido

Un pilar de la cristiandad

Y, para finalizar, se nos reserva una sorpresa. En 1515, el Papa León X definió a Fernando el Católico como fortisimo atleta de Cristo y como uno de los cinco pilares de la cristiandad. Por ello, hizo pintar su figura junto a las de Carlomagno, Lotario I, Astolfo y Godofredo de Bouillon en la llamada Estancia del Incendio del Borgo, diseñada por Rafael. El punto final a la exposición es precisamente una recreación de esta sala vaticana.

Junto a ella, encontramos uno de los más interesantes y trascendentales documentos de la Historia: el Privilegio y Capitulaciones de Granada, el documento que recoge la entrega de la ciudad por parte de Boabdil y que cuenta con firmas autógrafas de los Reyes Católicos.