El vicario general de la Diócesis de Getafe dedica un libro a la fe sencilla de su madre
La fe es sencilla es el título del libro con el que José María Avendaño quiere rendir un homenaje a su progenitora y alentar el seguimiento de Jesucristo en la vida cotidiana. El vicario general escribió el libro un mes después del fallecimiento de su madre, a propuesta del obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe
El sacerdote don Jose María Avendaño, vicario general de la Diócesis de Getafe, acaba de publicar La fe es sencilla un libro dedicado a su madre, doña Jorja Perea y a su testimonio de fe en la vida cotidiana.
«Este libro ha sido escrito como un homenaje a mi madre y a su vida cristiana, como agradecimiento a la fe y al amor a Cristo que ha transmitido a sus cinco hijos y a todos los que la hemos conocido», declara Avendaño.
El libro nació a propuesta del obispo auxiliar de Getafe, don José Rico Pavés, que en el prólogo escribe que «en los tiempos actuales se necesitan testimonios de personas sencillas; ésta es “la fe de los sencillos” de la que nos habla el magisterio de los últimos papas y de la que tenemos tanta necesidad».
El libro fue escrito apenas transcurrido un mes del fallecimiento de su madre, y para Avendaño supuso una experiencia «gozosa por el recuerdo de todo lo vivido y al mismo tiempo dolorosa por la cercanía de la muerte de su progenitora».
Salpicado de fotografías y de anécdotas, y con una portada diseñada por el propio autor, el libro, editado por Narcea hace un recorrido por las diferentes etapas de la vida de Jorja y las batallas que tuvo que enfrentar: el analfabetismo, la orfandad, la Guerra Civil, la crudeza de la vida en el campo, la pérdida de dos de sus hijos y su propio encuentro con la muerte.
En cada momento las palabras que repetía eran: «Somos suyos; lo que Dios quiera». Los capítulos finales están dedicados a analizar su legado y su esperanza en la resurrección y la vida eterna.
En palabras de monseñor Rico Pavés, «la vida de Jorja Perea viene a confirmar la idea de que, en la gente sencilla, se manifiesta de forma luminosa que la fe es sencilla y que todos estamos llamados, con nuestra vida, a dar ejemplo de nuestra fe».