El Papa viajará a Armenia este viernes mientras aún resuena el discurso con el que el año pasado reconoció el «genocidio» armenio, si bien la Santa Sede pidió este martes no hacer de esto una discusión «político-sociológica».
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, explicó en una rueda de prensa los detalles del viaje, que se producirá del 24 al 26 de junio.
En Armenia, que fue el primer Estado del mundo en adoptar en cristianismo como religión oficial, Francisco visitará la capital, Ereván, y la norteña ciudad de Gyumri, donde se concentra gran parte de los católicos.
El viaje ha generado gran expectación después de que el Santo Padre calificara en 2015 las persecuciones y deportaciones de armenios, orquestadas por los otomanos en 1915, como «el primer genocidio del siglo XX», término rechazado férreamente por Turquía, heredera del Imperio otomano.
En este sentido, el Pontífice visitará el sábado 25 de junio el memorial de Tzitzernakaberd, que recuerda al millón y medio de víctimas estimadas en dichos crímenes. Allí depositará una corona de flores y plantará un árbol en conmemoración de su visita.
Según Lombardi, la visita al memorial es «un acto muy importante para el pueblo armenio», que busca que la comunidad internacional reconozca el «genocidio» que sufrieron sus antepasados.
El mismo día 25, Francisco se desplazará a Gyumri (norte), donde reside una gran parte de los católicos del país. Allí visitará la catedral apostólica de las Siete Plagas y la católica de los Santos Mártires, inaugurada el pasado año.
El Papa argentino también se reunirá con algunos de los descendientes de los 400 niños armenios que en 1915 fueron refugiados en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, cerca de Roma, por el Papa Benedicto XV.
No tomar partido
En la rueda de prensa también participó el profesor armenio Antranig Ayvazian, que abogó por la neutralidad del Vaticano. «La Santa Sede debe ser neutral hacia todas las poblaciones. También entre las que son enemigas. Así podrá ser portadora de paz, de vecindad aceptable por todos y convivencia entre pueblos. La misión del Santo Padre es acercar a los pueblos», sostuvo.
El viaje de Francisco a Armenia, el décimo cuarto que emprende fuera de las fronteras italianas, debe entenderse, tal y como relató Lombardi, como una primera etapa de un periplo discontinuo por el Cáucaso, que proseguirá en septiembre en Georgia y Azerbaiyán.
Ahondar en las relaciones
La mayoría de actos del viaje están programados para ahondar en las relaciones entre Roma y la escindida Iglesia Gregoriana Apostólica, oficial en Armenia y gobernada por el patriarca Karekín II.
Francisco visitará en primer lugar la sede del patriarcado de Etchmiadzin, donde reside el katholikós Karekín II, con quien además mantendrá un encuentro privado.
Ambos presidirán un encuentro ecuménico por la paz en Ereván, «el más importante en cuanto a participación», según Lombardi.
El último día, el domingo, Francisco se reunirá con los 14 obispos armenios y almorzará junto al patriarca y sus jerarcas, a pesar de que el Papa no suele participar en este tipo de actos, dijo Lombardi.
Para concluir el viaje, Francisco y el patriarca firmarán una declaración conjunta en la que previsiblemente se comprometerán a avanzar en el afianzamiento de las relaciones entre ambas iglesias.
Antes de volar a Roma, el Papa acudirá a rezar al antiguo monasterio de Khor Virap, frente a las fronteras turcas, que permanecen cerradas.
Efe / Redacción