El Vaticano llama a la generosidad con Tierra Santa en la colecta de Viernes Santo
«Si faltase este pequeño gesto de solidaridad sería más difícil para los cristianos resistir a la tentación de dejar el propio país», ha afirmado el cardenal Sandri
El prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal Leonardo Sandri, ha hecho un llamamiento para activar la generosidad de los fieles de cara a la colecta para Tierra Santa después del «año de prueba» que ha supuesto la pandemia, informa Europa Press.
«Los cristianos de Tierra Santa han sufrido la pérdida del trabajo, debido a la ausencia de peregrinos, y la consecuente dificultad para vivir con dignidad y para proveer a sus propias familias y a sus propios hijos. En muchos países el persistir de las guerras y de las sanciones ha agravado los mismos efectos de la pandemia», ha señalado Sandri en una carta publicada por el Vaticano.
Tradicionalmente, la Iglesia celebra el Viernes Santo –este año, 2 de abril– la colecta para Tierra Santa, destinada a sostener a los cristianos de la patria de Jesús, promover las peregrinaciones a estos santos lugares y mantener los santuarios. «Si viniese a faltar este pequeño gesto de solidaridad y de saber compartir sería todavía más difícil para tantos cristianos de aquellas tierras resistir a la tentación de dejar el propio país; sería fatigoso sostener a las parroquias en su misión pastoral y continuar la obra educativa a través de las escuelas cristianas y del empeño social a favor de los pobres y de los afligidos», ha insistido.
Del mismo modo, ha recalcado que la Colecta para Tierra Santa 2021 debe ser para todos la ocasión propicia para «no apartar la mirada» y «para no pasar de largo» ante los cristianos que viven en los lugares santos. Así, ha hecho hincapié en que «los sufrimientos de los numerosos desalojados y refugiados, que se han visto obligados a dejar sus casas a causa de la guerra, tienen necesidad de una mano tendida y amiga, para versar en sus heridas el bálsamo de la consuelo».
La tradición de la colecta comenzó en 1974, en vísperas del Jubileo y en pleno clima de la renovación posconciliar de la Iglesia, cuando el Papa Pablo VI invitó a los católicos de todo el mundo a ofrecer una ayuda concreta a las iglesias de esta región tan azotada, con su exhortación apostólica Nobis in animo.