El Vaticano denuncia la inseguridad de los ambientalistas en América Latina
La campaña La vida pende de un hilo busca articular «acciones que promuevan la solidaridad, la protección y el reconocimiento de la labor de defensores de derechos humanos, líderes sociales y actores cívicos»
A Juan Antonio López le dispararon por la espalda cuando, el pasado 14 de septiembre, salía de la parroquia de San Isidro Labrador, ubicada en el municipio de Tocoa (Honduras) donde era concejal.
López, que formaba parte de la Red Eclesial Mesoamericana (REMAM) de la diócesis de Trujillo, sabía que podían matarlo en cualquier momento. De hecho, desde 2023 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había dispuesto un cordón de seguridad en torno a su persona por las amenazas que había recibido por la férrea defensa que hacía del territorio.
Su labor como ambientalista —era un reconocido defensor del río Guapinol y del parque nacional Botaderos Carlos Escaleras Mejías— fue destacada por distintas organizaciones internacionales.
Su asesinato puso el foco mediático en la inseguridad a la que se enfrentan los defensores de derechos humanos y los líderes que protegen la «casa común», no solo en Honduras, sino en toda América Latina. Como López, muchos de ellos emprenden esta batalla inspirados por las enseñanzas del Papa Francisco recogidas en las encíclicas Laudato si, Laudate Deum y Fratelli tutti.
Para que este crimen no caiga en el olvido y para evitar que se produzcan más, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), junto con la plataforma Paz, Democracia y Derechos Humanos, y la Comunidad de Protección Latinoamericana, han lanzado la campaña La vida pende de un hilo.
Se trata de una red de organizaciones sociales, religiosas y cívicas que han sumado esfuerzos para dar lugar a esta iniciativa con el lema Tejiendo futuros, protegiendo vidas, que cuenta con el apoyo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y de la Pontificia Comisión para América Latina.
El objetivo es —según el comunicado de la oficina de prensa del Vaticano— articular «acciones que promuevan la solidaridad, la protección y el reconocimiento de la labor de defensores de derechos humanos, líderes sociales y actores cívicos en América Latina y el Caribe».
Su lanzamiento oficial tendrá lugar el 10 de diciembre en un evento virtual que reunirá a representantes de distintos sectores sociales y religiosos de América Latina, coincidiendo con los actos en memoria de Juan Antonio López que se desarrollarán en el municipio de Tocoa (Honduras).
Concretamente, la campaña «busca visibilizar casos emblemático de defensores de derechos humanos y ambientales en América Latina y el Caribe, los cuales deben postularse de acuerdo con cinco ejes temáticos: modelo extractivista (que incluye actividades como tala, extracción de minerales, hidrocarburos, agricultura a gran escala, entre otras); narcotráfico y crimen transnacional; limitación en la libertad de expresión y la participación ciudadana; conflictos armados internos; y freno a las mujeres defensoras de derechos humanos y su rol en la política».
De este modo, a través de los casos emblemáticos, «se compartirán diversas historias y rostros de mujeres y hombres comprometidos con organizaciones sociales y eclesiales defensoras de derechos humanos y pueblos indígenas, entre otros, incluyendo ambientalistas y periodistas, a fin de impulsar acciones concretas frente a la indiferencia social, la desarticulación institucional, la fragilidad de los sistemas de protección, y la impunidad ante los crímenes cometidos».
Según los organizadores, crímenes como el asesinato de Juan Antonio López «no son hechos aislados, sino que hacen parte de un patrón sistemático en América Latina, una de las regiones más letales para los defensores ambientales y de derechos humanos». Un informe de Global Witness pone de manifiesto que en 2023 el 85 % de los asesinatos de defensores ambientales ocurrieron en esta región. Honduras, por ejemplo, que tiene una de las tasas más altas de asesinatos per cápita, registró 18 homicidios de ambientalistas en 2023, entre los que se encuentran tres activistas de la comunidad de Guapinol. La campaña se extenderá durante un año, hasta el 10 de diciembre de 2025, coincidiendo con el Jubileo de la Esperanza.