El Vaticano expulsa a Luis Fernando Figari del Sodalicio

«Es el fundador histórico del Sodalicio de Vida Cristiana, pero no es un referente espiritual para nuestra comunidad ni para la Familia Sodálite». Con estas palabras, José David Correa, superior general del Sodalicio de Vida Cristiana, recibe la noticia de la expulsión de Luis Fernando Figari Rodrigo de la obra que él mismo fundara en 1971.

Para el Sodalicio, la medida del Papa es «un gesto de caridad pastoral, justicia y reconciliación dentro de nuestra comunidad y con todas aquellas personas que han sido afectadas por abusos cometidos por el señor Figari». La propia institución realizó una investigación interna que determinó que los perpetradores fueron su fundador y otros tres miembros, Germán Doig, Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels.

La Conferencia Episcopal Peruana acaba de dar a conocer la expulsión de Figari del Sodalicio a través de un decreto del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. El Vaticano explica que la Iglesia actúa contra el abusador en virtud del canon 746 del Código de Derecho Canónico. La decisión se ha tomado tras la investigación en Perú de los dos expertos de Doctrina de la Fe, el sacerdote español Jordi Bertomeu y al arzobispo de Malta, Chales Scicluna. El comunicado del Dicasterio subraya que se expulsa a Figari por «circunstancias incompatibles y, por tanto, inaceptables en un miembro de una institución de la Iglesia» y «así como por causa de escándalo y grave daño al bien de la Iglesia y de cada uno de los fieles».

Cronología de los hechos

Tras recibir testimonios de abusos desde 2011, en septiembre de 2014, el Sodalicio, de acuerdo con la Santa Sede, impuso medidas disciplinarias a Luis Fernando Figari. En 2015 el caso estalló mediáticamente con el libro Mitad monjes, mitad soldados, firmado por Pedro Salinas y Paola Ugaz. Ese mismo año, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica designó a un obispo peruano para que visitara las comunidades del Sodalicio en Perú. Fortunato Pablo Urcey mandó a Roma el resultado de su investigación.

En mayo de 2016, Francisco designó al entonces arzobispo estadounidense de Newark, el cardenal Joseph William Tobin, como delegado ad nutum para la institución. También en 2016, mismo el Sodalicio, a través de su entonces superior general, Alessandro Moroni, condenaba a su fundador con duras palabras: «Después de los testimonios recibidos consideramos al ciudadano Luis Fernando Figari culpable de los abusos que se le imputan y lo declaramos persona non grata para nuestra organización, que deplora y condena totalmente su comportamiento». Ese año, el Sodalicio puso en marcha una Oficina de escucha y asistencia.

En 2017, la Santa Sede sancionó al fundador, le prohibió volver a Perú y tener contacto con miembros de la institución. Sin embargo, la conclusión del proceso canónico contra Figari no conllevó su expulsión del Sodalicio. En 2018, Figari apeló hasta en dos ocasiones estas medidas ante el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, pero sus dos apelaciones fueron rechazadas. Paralelamente, la fiscalía peruana solicitó prisión preventiva para varios miembros del Sodalicio, incluido Figari. Sin embargo, el ministerio fiscal terminó por archivar las denuncias porque habían prescrito.

Para entonces la Santa Sede, a través de un comunicado, dio a conocer la intervención del Sodalicio con el nombramiento de un comisario apostólico que sería el obispo colombiano de Jericó, Noel Antonio Londoño. A partir del trabajo de Tobin y Londoño, comenzó la renovación del Sodalicio de Vida Cristiana empezando por el cambio de cúpula.

En julio de 2023 el Papa envió a Perú a Bertomeu y Scicluna para investigar in situ las acusaciones contra Luis Fernando Figari y la cúpula del Sodalicio. Investigaron presuntos abusos contra unas 36 víctimas entre 1975 y 2002. La Conferencia Episcopal Peruana prestó su máxima colaboración para los enviados de Doctrina de la Fe.

El Sodalicio de Vida Cristiana es una sociedad de vida apostólica laical, aprobada por Juan Pablo II en 1997. Actualmente están presentes en 9 países y cuenta con unos 20.000 miembros. Según información de la propia institución, «Figari vive en una residencia de ancianos en el sur de Italia sin ningún tipo de injerencia en la vida y gobierno del Sodalicio».