El trabajo y la fiesta en la sociedad
El trabajo no es una maldición, ni una carga que haya que soportar. Tampoco está pensado para medrar y envanecerse. La Creación entera es fruto del trabajo de Dios. El trabajo no es sólo un bien individual en el que realizarse, contrapuesto a la vida de familia, sino que en él, los cónyuges nutren su relación y la vida de sus hijos, y es el acto de justicia con el cual las personas participan en el bien de la sociedad y contribuyen al bien común. Pero el Génesis también habla del descanso de Dios, de modo que el hombre, además de trabajar, descansa. El tiempo de la fiesta es espacio para dar gracias a Dios, recordando que la creatividad humana hunde sus raíces en el Dios creador. Nuestro trabajo y nuestro tiempo de ocio, ¿unen a la familia, o aíslan a sus miembros? ¿Mi profesión entra en conflicto con mis vínculos conyugales y familiares?
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