Con dos inexplicables años de retraso nos llega esta película del famoso director Barry Levinson (Rainman, La cortina de humo, Sleepers). En esta ocasión nos lleva a un cine de época que se mueve entre el Holocausto y el mundo del boxeo, y que además se trata de una historia real. Es 1949 y el judío polaco Harry Half (Ben Foster) se ha convertido en un prometedor boxeador en Estados Unidos. Los recuerdos de su terrible experiencia en Auschwitz le abastecen de rabia para llevar adelante sus combates. Pero lo que realmente le obsesiona es no saber qué fue de su novia, Leah, detenida por los alemanes durante la guerra. Harry piensa que si triunfa en el boxeo, se enfrenta a Rocky Marciano y sale en los periódicos, Leah podrá enterarse de que está vivo y así reencontrarse con ella. Pero también hay otra posibilidad: que el periodista Emory Anderson publique la historia de supervivencia de Harry. A partir de ahí, la película —inspirada en la biografía de Herzko Half, escrita por su hijo Alan Scott Haft— a base de flashbacks en blanco y negro nos va contando la historia del protagonista en el campo de concentración, donde aprendió a boxear gracias a un oficial nazi, Schneider (Billy Magnussen), que le perdonaba la vida si peleaba con otros judíos para entretener a los oficiales.
La película plantea el dilema ético de hasta dónde se puede llegar a cambio de salvar la vida, si es lícito hacer cualquier cosa para sobrevivir. Porque Half se mantuvo con vida a base de derrotar a compañeros judíos que, tras perder el combate, recibían un tiro en la cabeza. Por ello, Half comenzó a ser visto como traidor por los suyos.
La película va dibujando la devastación humana, psicológica y moral de Half, producida por las experiencias por las que fue obligado a pasar en Auschwitz para librarse de las cámaras de gas. Tuvo que hacer lo que le repugnaba, sufrir humillaciones, hacerse odiar… para vivir, para reencontrarse con su novia. Toda su familia ya había sido asesinada. Leah era su única razón para desear sobrevivir.
En el filme también se aborda el clásico asunto del mal y el sufrimiento de los inocentes como argumento contra la existencia de Dios. Half ha visto y vivido tantos horrores que ha dejado de entender y compartir la fe de sus padres. Pero lo realmente nuclear es una historia de amor de interesante desenlace, una intensa reflexión sobre las relaciones paternofiliales y una mirada nada superficial sobre la familia.
En la película se nota el oficio de Barry Levinson, que, a pesar de tener más de 80 años, mantiene su fuerza en la puesta en escena. Ciertamente no es su mejor película, pero tampoco está entre las menores y hay que advertir que contiene algunos momentos de boxeo muy violentos. Cuenta con un reparto de secundarios memorable, con Danny DeVito, Vicky Krieps, Peter Sarsgaard o John Leguizamo. Una cinta, en fin, que a pesar de su dureza deja buen sabor de boca y la sensación de haber visto una película sólida.
Barry Levinson
Estados Unidos
2021
Drama
Pendiente de calificación