El suicidio causa más muertes que las guerras y los homicidios
La Organización Mundial de la Salud pide a los países que no tienen un plan nacional sobre esta problemática, entre ellos España, que lo desarrollen
El suicidio sigue siendo un problema de gran envergadura. Según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), correspondientes a 2019, un total de 700.000 personas perdieron la vida en todo el mundo a través de esta vía. Esto supone uno de cada 100 fallecimientos y, por tanto, que cause más muertes que el VIH, el paludismo, el cáncer de mama o las guerras y los homicidios, tal y como detalla esta agencia de Naciones Unidas.
«Cada uno es una tragedia. Prestar atención al suicidio es más importante ahora tras muchos meses de pandemia y cuando los factores de riesgo —pérdida de empleo, aislamiento, dificultades económicas…— siguen estando muy presentes», ha constatado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Entre las cifras, cabe destacar que la tasa de suicidios en hombres (12,5 por 100.000) dobla a la de las mujeres (5,4 por 100.000) y que los mayores índices se producen, por este orden, en África, Europa y Asia suroriental. La cifra más baja se registra en el Mediterráneo oriental. O que en jóven de de 15 a 29 años es el cuarto motivo de fallecimiento.
Este problema, además, no solo afecta a los países desarrollados, sino a otros con ingresos medios o bajos. De hecho, en estos últimos, la tasa de suicidios es mayoritaria entre las mujeres.
Solo 38 países con planes nacionales
Con todo, la OMS lamenta que solo 38 países tengan una estrategia nacional de prevención del suicidio e insta a los Gobiernos a poner este instrumento en marcha con el objetivo de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que busca una reducción de un tercio de la tasa de suicidios en 2030.
España es uno de los países donde no existe un plan a nivel nacional. Aquí, entre enero y mayo de 2020, se produjeron un total de 1.343 muertes por esta causa, con un pequeño descenso con respecto al año anterior. En todo el 2019 fueron 3.671 muertes, siendo la primera causa de muerte no natural por delante de caídas accidentales, ahogamientos y accidentes de tráfico. Es mayoritario entre hombres (2.771).
También es un problema entre los niños y adolescentes, pues, según la Memoria de la Fundación ANAR, en 2020 se disparó la ideación suicida entre este colectivo, un 244 % más. «Las consecuencias de la COVID-19 han generado una gran frustración fruto de la indefensión y desesperación que explican el porqué de que muchos adolescentes han aumentado sus ideaciones y tentativas de suicidio durante el confinamiento», ha explicado Diana Díaz, directora del Teléfono/Chat ANAR.
Una guía para la prevención
Ante esta realidad, la OMS ha publicado una guía con orientaciones en torno a cuatro ejes. Se trata de la limitación en el acceso a los medios utilizados para el suicidio, tanto sustancias tóxicas como armas de fuego o cuchillos; la formación de los medios de comunicación para informen responsablemente sobre la materia; el fomento de las competencias sociales y emocionales entre los jóvenes; y la detección temprana, evaluación, gestión y seguimiento de personas con ideas suicidas.