El Sodalicio de Vida Cristiana acepta la expulsión de diez de sus miembros - Alfa y Omega

El Sodalicio de Vida Cristiana acepta la expulsión de diez de sus miembros

Están acusados de abusos, una gestión económica irregular y un defectuoso ejercicio del apostolado a través del periodismo

Redacción
Un sacerdote miembro de esta sociedad de vida apostólica de derecho pontificio
Un sacerdote miembro de esta sociedad de vida apostólica de derecho pontificio. Foto: Sodalicio de Vida Cristiana.

El Sodalicio de Vida Cristiana acepta la expulsión de diez de sus miembros «con espíritu de humildad y obediencia a lo dispuesto por el Santo Padre». Así lo firma José David Correa González, su actual superior, a través de un comunicado en su página web disponible en español, italiano, portugués e inglés y fechado el pasado lunes 30 de septiembre. Cinco días antes, añade, «recibimos los decretos mediante los cuales el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica» les comunicaba esta decisión.

Los expulsados son el antiguo superior, Luis Fernando Figari; dos exprovinciales, tres exformadores, dos exmiembros, un arzobispo y un comunicador vinculados a esta realidad eclesial. De acuerdo con los documentos publicados por el ministerio vaticano, estas personas relacionadas con la sociedad de vida apostólica de derecho pontificio habrían incurrido en ciertos tipos de abusos, una gestión económica irregular y un defectuoso ejercicio del apostolado a través del periodismo.

No obstante, el comunicado no se detiene a valorar la profundidad de la sentencia vaticana. Además, algunos de los miembros sancionados han compartido en público, en redes sociales y en sus círculos privados su disconformidad con la resolución.

Según la declaración de Correa, «renovamos nuestra adhesión al Vicario de Cristo, así como nuestro profundo amor a la Iglesia». Asegura además que «seguiremos colaborando con las diversas instancias de orientación y acompañamiento que la Santa Sede nos señale».

Esta entidad ha insistido en su compromiso «con la escucha y atención a las víctimas y con los procesos de reparación a través de la justicia y la verdad». Solicitan además «oraciones» de los cristianos «para seguir el proceso de renovación de nuestra comunidad, confiados en el Señor quien nos ha sostenido a lo largo de estos años y nos seguirá acompañando bajo los cuidados de Santa María nuestra Madre».