El Sínodo pone el foco en la inmigración
Los padres y madres sinodales visionarán este martes la película Io Capitano, en la que se narra la historia de dos jóvenes senegaleses que cruzan África para llegar a Europa
Un día antes de que el pasado 2 de octubre arrancase el Sínodo sobre sinodalidad, la italiana Sara Vatteroni, que trabaja en la acogida de inmigrantes en Italia, comparó lo que ocurre en los cayucos con los «campos de exterminio». Fue durante la vigilia penitencial en la basílica de San Pedro, cuando el Papa dejó claro que quiere que los padres y madres sinodales se hagan cargo del drama de la inmigración. «Es un pecado que no se los acoja con dignidad», asegura la mexicana María de los Dolores Palencia, hermana de San José de Lyon, presidente delegada del Sínodo.
Esta monja está centrada en sanar las heridas de los que son forzados a dejar sus países huyendo de la violencia. Cuando llegan al albergue donde los atiende gratuitamente desde hace 14 años en Tierra Blanca, al sur del estado de Veracruz, en México, además de exhaustos y hambrientos, llegan con las heridas del viaje pegadas a la piel. «Muchos han sufrido los abusos de los coyotes, han sufrido lesiones o han sido apaleados por las bandas criminales», indica. Ella es el primer rostro amable con el que se encuentran tras pasar doce horas en el tren de carga que cruza México de sur a norte. Muchos lo llaman La Bestia o el «devora migrantes» por las innumerables vejaciones que transporta en sus vagones. La mayoría de las personas que lo usan son de Centroamérica. Tuvieron que caminar cientos de kilómetros para poder subirse a él «desde Nicaragua, Honduras, Guatemala, Venezuela, Colombia, Ecuador o Perú». Pero últimamente también ha atendido a personas de otros continentes. «Han llegado personas de África; en concreto, de Togo, Nigeria, Ghana, Guinea Ecuatorial, pero también asiáticos que han llegado a Brasil y de Brasil intentan cruzar a la frontera de Estados Unidos», explica.
Durante las sesiones del Sínodo ha expuesto a los participantes de lengua española que están en su mesa cómo los inmigrantes se han convertido en un «negocio lucrativo». «Las pandillas y las mafias se están haciendo ricas sobre la piel de los más vulnerables», denuncia. Por eso espera que esta asamblea —que culminará el 27 de octubre— logre traspasar a las comunidades eclesiales de base el mensaje de acogida del Papa para así lograr sociedades «más hospitalarias».
En este sentido, aplaude la iniciativa del Dicasterio para la Cultura y la Educación, de proyectar el próximo martes, en el Aula Nueva del Sínodo, la película Io Capitano, candidata oficial de Italia a los Premios Óscar 2024 y ganadora del León de Plata en el 80 festival de Venecia. La cinta narra la historia del viaje de dos jóvenes senegaleses que cruzan África, con todos sus peligros, para llegar a Europa. Nace a partir de sus testimonios reales y, de hecho, privilegia su punto de vista, en un intento de dar voz a quienes habitualmente no la tienen.
Según ha informado Vatican News, la película se proyectará como propuesta «para profundizar la reflexión de quienes, junto con el Papa Francisco, reflexionan sobre el futuro de la Iglesia en el mundo, sobre el estilo de su presencia y de su acción». Será presentada por su director, Matteo Garrone, que estará acompañado por Mamadou Kouassi, el inmigrante que inspiró la trama. También participarán el subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, el jesuita Antonio Spadaro, y el secretario general de la Fundación Pontificia Cultura para la Educación y presidente de la Fundación Institución del Espectáculo, Davide Milani.