El Sínodo no es un parlamento con «agendas que imponer», según Francisco - Alfa y Omega

El Sínodo no es un parlamento con «agendas que imponer», según Francisco

El Pontífice ha convocado para el 7 de octubre una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa abre el Sínodo con una Misa
El Papa abre el Sínodo con una Misa. Foto: EFE.

Francisco ha pedido a los 368 participantes del Sínodo que se reunirán desde la tarde de este miércoles para debatir sobre el devenir de la Iglesia durante las próximas tres semanas que «no se enreden en un diálogo de sordos» y que no traten de «imponer agendas» propias. En la Misa de apertura de la segunda sesión de su Asamblea General sobre la sinodalidad, el Papa ha recordado lo que se está jugando la Iglesia y les ha pedido que se expresaran libremente en un clima de oración y amistad.

«Cuidemos de no convertir nuestras aportaciones en puntos que defender o agendas que imponer, sino ofrezcámoslas como dones para compartir, dispuestos incluso a sacrificar lo que es particular, si ello puede servir para hacer surgir, juntos, algo nuevo según el plan de Dios», ha afirmado en su homilía. De lo contrario, «terminaremos encerrándonos en diálogos entre sordos, donde los participantes buscan promover sus propias causas o agendas sin escuchar a los demás y, sobre todo, sin escuchar la voz del Señor».

Jornada de oración por la paz

El Papa ha convocado una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo para el 7 de octubre, día en que se cumplirá un año de los ataques sorpresa por parte de la organización terrorista de Hamás contra Israel, que dejaron 1.200 víctimas mortales y que se convirtieron en la mecha que ha prendido la guerra en la Franja de Gaza y ahora en Líbano. Un día antes el Papa se trasladará a la basílica de Santa María la Mayor para rezar el rosario pidiendo por la paz.

A lo largo de la cita sinodal, que arranca este miércoles y se extenderá hasta el 27 de octubre, 368 delegados de todo el mundo se reunirán en el Vaticano para concluir el proceso de consulta iniciado por Francisco en 2021 entregándole un documento final. Entre ellos hay 57 mujeres.

El Pontífice ha pedido a los participantes que se acerquen «con respeto y atención» e iluminados por la luz de la Palabra de Dios «a todas las aportaciones recopiladas a lo largo de estos tres años de intenso trabajo, de mutuo intercambio, de debates y de paciente esfuerzo de purificación de la mente y del corazón». «La nuestra no es una asamblea parlamentaria, sino un lugar de escucha en la comunión», ha remachado.

Durante la Misa, varios delegados ecuménicos de otras tradiciones cristianas y laicos de todo el mundo han encabezado una procesión por la plaza de San Pedro, seguidos por los sacerdotes, obispos y cardenales, hasta el altar donde estaba Francisco, que llegó a la plaza de San Pedro en silla de ruedas. El Pontífice también ha prevenido frente a las actitudes arrogantes de los que «se arrogan el derecho exclusivo» de escuchar la Palabra de Dios.