El SAMIC comienza el acompañamiento a las parroquias afectadas por la DANA
«Después de quitar el lodo, tenemos que afrontar la tristeza de nuestros corazones, y este tipo de actividades nos ayuda a ello», señala Jorge García, el director del Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica de Valencia
Una de las charlas en la parroquia de Nuestra Señora del Don de Alfafar. Foto: Archidiócesis de Valencia.
El Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica (SAMIC) de la archidiócesis de Valencia ha puesto en marcha un programa de acompañamiento a las parroquias más afectadas por la DANA que azotó la región en octubre. Según informó la propia Iglesia local este lunes, un equipo especializado ha visitado las localidades de Chiva, Paiporta y Alfafar, ofreciendo momentos de reflexión y apoyo emocional a los afectados.
El programa ha comenzado con diversas charlas por las parroquias con el objetivo de abrir diálogos sobre el duelo, el trauma o la importancia del autocuidado, especialmente en estos momentos de pérdida. La primera sesión tuvo lugar en la iglesia de San Juan Bautista de Chiva. Con el templo abarrotado, los presentes pudieron compartir sus vivencias, así como la sintomatología que están presentando tras la tragedia.
Las psicólogas Beatriz Puga y Amparo Castro han sido las responsables de guiar las charlas y han destacado la importancia de identificar señales de malestar psicológico para buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Además, han ofrecido pautas específicas para sobrellevar el malestar a nivel familiar, ya que cada miembro del hogar presenta unas necesidades distintas.
De esta manera, el párroco de Chiva, Javier Costa, también intervino. Destacó el poder sanador y protector de la oración, «aunque no esté considerada una técnica psicológica como tal». Costa agradeció también las bendiciones que han presenciado desde octubre: «En este tiempo de la DANA he visto muchos milagros, empezando por la generosidad de la gente, como signos de la presencia de Dios».
El programa del SAMIC continuó en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Paiporta, también con un gran número de asistentes. El párroco, David Mora, resaltó este encuentro como «un valioso recurso para la comunidad, promoviendo la sanación y el entendimiento a través del diálogo y el apoyo compartido». En Alfafar, en la iglesia de Nuestra Señora del Don, el sacerdote Javier Francés recordó los desafíos vividos tras las inundaciones y cómo estas sesiones brindan una oportunidad para compartir emociones y reforzar la esperanza.
Gestos simbólicos como regalar belenes a familias de Paiporta o convertir el altar de Alfafar en un homenaje a los voluntarios que limpiaron casas muestran la fortaleza y la solidaridad de las parroquias. Asimismo, reflejan la capacidad de las iglesias para convertirse en refugios tanto espirituales como materiales, uniendo a los afectados en un duelo compartido. «Después de quitar el barro, ahora tenemos que quitar y afrontar la tristeza de nuestros corazones, y este tipo de actividades nos ayudan a ello», ha afirmado Jorge García, el director del SAMIC.
